Y nos piden seguir de cerca las consecuencias que pudiera tener la decisión de una juez federal de conceder una suspensión definitiva a Uber, para que los conductores de esa plataforma puedan recoger y dejar pasajeros en los aeropuertos. Y es que es sabido que los taxistas que operan en las terminales aéreas, basados en concesiones por las que pagan y no poco, acusan que se trata de una competencia desleal y para defender el que consideran su mercado hasta a los golpes se han ido con quienes ven como invasores. Bueno, se ha llegado a dar el caso de que para evitar que les dieran una tunda, los usuarios hacían pasar por parientes o amigos a los choferes. Quienes conocen del tema nos dicen que Uber ya se relame los bigotes de cara al Mundial, durante el cual buscará tomar una tajada del pastel de la movilidad turística. Pendientes.

