El Senado de la República aprobó, con 68 votos a favor y 32 en contra, la nueva Ley Orgánica de la Armada de México, una reforma que redefine el papel de la institución al transformarla de una fuerza centrada en funciones navales tradicionales a un cuerpo integral con atribuciones en seguridad marítima, ciberdefensa y coordinación operativa ampliada, incluyendo la Guardia Nacional y las aduanas.
El dictamen, enviado a la titular del Ejecutivo para su publicación, plantea un cambio estructural que consolida a la Armada de México como actor clave en la seguridad y el desarrollo marítimo nacional, con la creación de la Jefatura de Operaciones Navales y una reorganización del mando que abarca los ámbitos marítimo, terrestre, aéreo y cibernético.
Durante la sesión, el morenista Carlos Lomelí, presidente de la Comisión de Marina, aseguró que la reforma representa una transformación moral y estratégica del cuerpo naval ante los retos del siglo XXI.

Martes y miércoles del Campo en Soriana: Las mejores ofertas de este 16 y 17 de diciembre
- El Dato: la legislación da a la Semar la potestad de participar en la elaboración e implementación de las políticas públicas de defensa del país que le correspondan.
“No se trata de militarizar, sino de proteger con disciplina, eficiencia y transparencia. Esta ley no amplía el poder de las armas, sino el poder de la ley y del Estado mexicano sobre sus mares, su ciberespacio y su futuro”, sostuvo.
En su oportunidad, Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que la iniciativa fortalece el dominio militar sobre funciones civiles, como la vigilancia portuaria, las aduanas y la seguridad marítima, lo que a su juicio constituye un paso más en el proceso de militarización.
“Esta ley consolida la sustitución de instituciones civiles por mandos militares, sin armonización ni control civil. Se trata de una usurpación de funciones que debilita al Estado”, expresó.
Desde Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales se sumó a las críticas al señalar que el proyecto reproduce casi en su totalidad el texto vigente y sólo introduce disposiciones que amplían la intervención castrense.
Subrayó que la ley otorga nuevas competencias a la Marina en materia de aduanas, puertos, aeropuertos y proyectos estratégicos, como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, al tiempo que amplía sus funciones en materia de inteligencia artificial y ciberseguridad, lo que, dijo, requiere controles democráticos y supervisión civil.
La nueva legislación deroga la Ley Orgánica de 2021 y redefine la misión, mando y organización de la Armada. Entre sus disposiciones destaca la protección de los intereses marítimos nacionales en 10 áreas prioritarias,entre ellas: seguridad y comercio marítimo, puertos, industria naval, marina mercante, recursos naturales, medio ambiente marino y turismo náutico.
Además, la faculta para actuar en la Zona Económica Exclusiva y alta mar, conforme a la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, fortaleciendo la persecución de delitos internacionales como el tráfico de drogas o personas.
La reforma marca un hito en la doctrina y operación de la Armada, al ampliar su papel hacia la defensa cibernética y el control marítimo, en medio de un debate político sobre el equilibrio entre modernización institucional y el fortalecimiento del poder militar.
Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante de México y el Mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.
FGR

