Asesinato de munícipe desata indignación

Protestan con violencia en Palacio de Gobierno

El mandatario estatal fue increpado a gritos al asistir al funeral del presidente municipal; en redes dice que “dará la cara“ y “garantizará la justicia”; antimotines lanzan gas

Manifestantes por la Paz vandalizan el Palacio de Gobierno de Michoacán, ayer. Foto: Cuartoscuro

Un día después del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, cientos de ciudadanos de Michoacán se manifestaron contra las autoridades en una jornada de reclamos que incluyeron actos de vandalismo en el Palacio de Gobierno del estado, con destrozos a sus instalaciones, y hasta una agresión al gobernador.

El mandatario de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, fue increpado a gritos al asistir por la mañana del domingo al funeral del presidente municipal.

  • El Dato: Manifestantes aseguraron que hubo infiltrados en los actos vandálicos contra el Palacio donde 30 hombres se colocaron en la entrada y 20 policías cuidaban el interior.

Cerca de una veintena de personas que presenciaban los servicios fúnebres le gritaron al mandatario estatal consignas para que se retirara, por lo que Ramírez Bedolla salió acompañado por un equipo de seguridad y, aunque había presencia de medios locales, no dio declaraciones.

Momentos antes, al abrirse paso entre los gritos, una mujer enardecida le dio un manotazo en la cabeza, quien solamente siguió su paso hasta llegar al féretro del edil asesinado.

Por la tarde, el gobernador escribió en sus redes sociales que, a pesar de estar consciente de que el asesinato del edil de Uruapan genera “mucha rabia e indignación”, “él dará la cara” y su Gobierno actuará de inmediato para garantizar que exista justicia en la entidad.

“En medio de estos momentos tan difíciles, acompañé a mi amigo y compañero Juan Manzo, subsecretario de Gobierno; a su mamá, a su esposa Grecia y a sus familiares al sepelio de Carlos Manzo, en la ciudad de Uruapan, a quienes les externé mis sinceras condolencias”, escribió.

“Sé que su asesinato genera muchísima rabia e indignación, todos estamos consternados e indignados, pero vamos a dar la cara y vamos a actuar de inmediato para garantizar que haya justicia y paz para el pueblo de Uruapan”, dijo.

Los habitantes de Uruapan despidieron con aplausos y mariachis a Carlos Manzo. El cortejo fúnebre avanzó hacia el centro histórico de la ciudad, donde se le rindió un homenaje.

Por la tarde, cientos de ciudadanos de Michoacán marcharon en Morelia para pedir justicia por el asesinato del presidente municipal.

La marcha comenzó desde El Caballito y culminó hasta el Palacio de Gobierno de la entidad, lo cual generó un cierre total de la circulación en la zona centro.

Durante la marcha por la paz en Morelia, habitantes gritaron: “Ya basta de abusos y omisiones”, tras el crimen de Carlos Manzo, quien en diversas ocasiones denunció la violencia que se vive en la región.

Después de la llegada del contingente a las afueras del edificio municipal, un grupo de manifestantes empezó a golpear y empujar la puerta principal del edificio, que siempre está cerrada y que, a diferencia de otras ocasiones, ahora no tenía la protección de vallas ni policías.

Después de unos minutos, los manifestantes lograron abrir las puertas y llegaron hasta las oficinas. Algunos salieron del balcón, donde arrojaron objetos hacia la calle y rompieron cristales. Otros jóvenes arrojaron explosivos de fabricación casera para provocar un incendio.

De acuerdo con medios locales, los policías tuvieron que detener a los manifestantes lanzándoles gas, usaron los toletes y balas de goma para dispersar la protesta que, aun así, logró su cometido de entrar al edificio institucional.

Reporteros de medios locales denunciaron haber sido objeto de agresiones físicas y verbales, así como de intimidación, incomunicación y privación de la libertad por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).

La periodista Dalia Villegas denunció que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, Juan Carlos Oseguera Cortés, le quitó su celular y la jaloneó del brazo.

Luego de los disturbios, el secretario de Gobierno, Raúl Zepeda Villaseñor, afirmó que la sede del Ejecutivo estaba bajo resguardo y aseguró que no tolerará actos que atenten contra el orden público.

“El Gobierno del estado mantendrá siempre una apertura al diálogo y al respeto, pero no tolerará actos que atenten contra el orden público ni contra los bienes que pertenecen a todos los michoacanos”, afirmó el funcionario estatal.

Además, dijo que ya se tienen ubicados a los personajes que incitaron a los actos vandálicos, contra los cuales se procederá conforme a la ley.