Un informe reciente de Insight Crime se sumó a las voces que han puesto en duda la mediática estrategia del presidente estadounidense, Donald Trump, para combatir a los cárteles de la droga en el Pacífico oriental y en el Caribe, incluso con la reciente advertencia de dirigir ataques de la misma naturaleza en territorio mexicano.
La fundación dedicada al estudio de las amenazas de la seguridad nacional y ciudadana en Latinoamérica y el Caribe precisó que destruir pequeñas embarcaciones en el mar —descontando el hecho de que no hay certeza ni evidencia de que estén ligadas al narco— sería atacar apenas una fracción de un complejo universo en el trasiego internacional de drogas.
- El Dato: A diferencia de un cártel no existe una sola organización criminal que controle toda la cadena de suministro de alguna droga ilícita, desde la producción hasta la venta al menudeo.
“Sólo es uno de los eslabones de la cadena”, señaló el estudio, que describe que las organizaciones criminales operan bajo las dinámicas de la economía global, valiéndose de las rutas legales de comercio, a través de aduanas, transporte de mercancías vía aérea y marítima en buques de contenedores.

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“El tráfico de drogas no sólo replica el funcionamiento de la economía global, sino que también utiliza su infraestructura. La mayoría de estas drogas se transportan en contenedores y vehículos, ocultas entre mercancías legítimas”, detalló.
Las redes criminales más poderosas, agregó, emplean varios métodos y las pequeñas lanchas que EU se ha dedicado a destruir son sólo uno de ellos.
“En general, estas embarcaciones sólo cubren una parte del trayecto: suelen realizar recorridos cortos hasta puntos de transbordo en Centroamérica o en islas del Caribe, donde las rutas de contenedores son menos vigiladas, y desde allí la droga se carga en buques o se envía por vía aérea a su siguiente destino”, precisó Insight Crime.
La fundación de análisis indicó que en la extensa y descentralizada red de actores del narco hay “agricultores, grupos criminales que compran y venden, traficantes e intermediarios que organizan los envíos, soldados rasos que cruzan fronteras con cargamentos y conductores que los trasladan por aguas internacionales”. Se trata de redes ágiles que se adaptan con facilidad a varios contextos y los cerebros logísticos cambian los métodos siempre que lo necesiten, “pero el flujo continúa”.
Retratar estas complejas redes criminales y multinivel como cárteles o grupos terroristas, concluye el estudio, “distorsiona la naturaleza del problema y, por tanto, la estrategia necesaria para enfrentarlo”.
Expertas en materia de seguridad internacional consultadas por La Razón coincidieron en que los ataques a presuntas narcolanchas por parte de la administración Trump responden a una estrategia que apunta mucho más a intereses políticos que a una verdadera estrategia para combatir el tráfico de drogas.
Raquel Saed, internacionalista de la Universidad Iberoamericana, señaló que estos ataques están direccionados mucho más a una estrategia de comunicación, esto en el contexto de tensión con Venezuela. Por el contrario, explicó, un ataque o intervención hacia México pondría en juego las importantes relaciones comerciales que existen entre los dos países y que también benefician al gobierno de Estados Unidos.
En este mismo sentido, recordó que una de las más importantes herramientas de Donald Trump se centra en sus estrategias de comunicación, pues, tiende a lanzar declaraciones que desvían la atención de los problemas internos de su gobierno.
“Él está jugando a lo que es más popular y en este momento apuntar contra Venezuela es popular. Estoy casi totalmente de acuerdo en que atacar a México no sería popular, ni para demócratas ni para republicanos, al menos en varios sectores”, dijo la experta.
No obstante, aclaró que, a pesar de que hay que mantener distancia de las declaraciones de Trump, es importante no perder de vista que cuenta con las facultades tanto políticas como armamentísticas para impulsar una intervención en territorio mexicano, a pesar de que esto luzca como un escenario remoto.
Arlen Ramírez, también internacionalista por la Ibero, coincidió en que los bombardeos a estas embarcaciones tienen un impacto más mediático que estructural, pues esta problemática no se solucionará mediante operativos espectaculares.
Históricamente, dijo, Estados Unidos ha dejado de lado el combate interno a las drogas. Ejemplo de esto, aseguró, es la crisis de opioides que se vive en dicho país, aunado a que también existe una red de consumo y distribución.
“Nada más hay que irnos un poquito más atrás, a la ley de prohibición del alcohol y el mercado negro de las sustancias ilícitas al inicio del siglo XX. Estados Unidos siempre ha tenido un problema de consumo de sustancias ilícitas importante y hoy no es la excepción. El gobierno de Ronald Reagan, incluso en los años 80, tuvo una crisis bastante importante de consumo y de mercado negro de diferentes sustancias”, explicó.
Por su parte, el académico Javier Oliva Posada, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Utónoma de México (UNAM), explicó que los mensajes de Trump forman parte de la agenda doméstica con la que el presidente busca movilizar a su base electoral en un contexto en el que su popularidad es baja y ha enfrentado derrotas en elecciones locales.
Sobre el combate contra los cárteles, recordó que la “guerra contra las drogas” iniciada por Richard Nixon en 1971 fue en realidad una estrategia para criminalizar a jóvenes, veteranos y minorías y, medio siglo después, ha sido un “rotundo fracaso”.
Subrayó que el consumo en EU ha cambiado, especialmente tras la legalización de la marihuana en decenas de estados, mientras que los opioides sintéticos como el fentanilo han provocado decenas de miles de muertes. Afirmó que una operación militar directa en México es altamente improbable, pues la relación entre ambas fuerzas armadas es sólida y se rige por mecanismos de cooperación y diplomacia militar, más allá de tensiones políticas entre los gobiernos.
Los especialistas coincidieron en que las acciones y amenazas del presidente Donald Trump responden más a acciones políticas y mediáticas que a una estrategia real contra el narcotráfico, un fenómeno global y complejo que no se resolverá con el bombardeo de lanchas ni intervenciones unilaterales.

Cae en España primera “franquicia” del CJNG
› Por Ángel Molina
Tras un año de investigaciones, las policías de España, Países Bajos y la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) desarticularon “la oficina en España” del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una “franquicia” que el grupo criminal mexicano usaba para distribuir cocaína y metanfetamina en Europa.
La operación incluyó la detención de 20 personas, cuatro mexicanos entre ellos, y dos objetivos “prioritarios” de la DEA: uno de nacionalidad italiana y otro colombiano; las autoridades también hallaron conexiones con “miembros de la Camorra italiana que se dedicaban a la distribución internacional”.
- El Dato: Los investigadores creen que la organización acababa de reactivar su estructura para recibir un nuevo cargamento de droga cuando se llevó a cabo el operativo.
Según las investigaciones, este operativo a gran escala frustró el primer intento de establecer una sede del CJNG en España. Las pesquisas encontraron que los arrestados introducían grandes volúmenes de droga oculta en maquinaria industrial de gran tonelaje. La droga viajaba desde Sudamérica en contenedores y después se distribuía por España e Italia.
Entre los implicados hay un empresario español que prestaba sus sociedades para dar cobertura legal a los envíos de maquinaria y que también colaboraba en las labores de blanqueo del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Parte de ese blanqueo, señalan los reportes, se hacía con lingotes de plata, donde se camuflaba la mercancía ilegal; de acuerdo con la Policía Nacional de España, se intervinieron más de 70 kilos de este metal, valorado en unos mil 500 euros el kilo. Entre los objetos incautados hay monedas de colección.

Los mexicanos detenidos durante la llamada Operación Oyamel solían usar boinas del estilo de la serie de gánsteres “Peaky Blinders”; incluso actuaban como los personajes.
En total, los agentes incautaron mil 870 kilos de cocaína, 375 kilos de anfetamina, tres armas cortas de fuego y 15 vehículos, además de 275 mil euros en efectivo. Los comisarios destacaron más elementos que hacen peculiar la investigación, como el hecho de que los criminales marcaban la droga con dos logos, 007 y dibujos del juego de Monopoly o el Tío Gilito, el personaje animado más rico de la historia. Se presume que este marcado permitía tener una mayor trazabilidad de la droga.
El desmantelamiento de “la oficina” europea del CJNG se dio después de que agentes de los países implicados comprobaron que se introducía cocaína en maquinaria industrial y que para esa actividad se aprovechaban los negocios de un empresario español “al servicio del cártel”.
Cuando la droga llegaba a España, se almacenaba en fincas de la sierra de Madrid; desde ahí salía en compartimientos ocultos de vehículos hacia el interior de España. Para el transporte internacional, la organización contaba con otras fincas en Toledo, donde se recibía la maquinaria industrial con la droga oculta y se enviaba de esta misma forma hasta Italia.
De acuerdo con las autoridades, la red operaba mediante una estructura compartimentada que le permitía mover droga y recursos sin que todos sus integrantes conocieran el funcionamiento completo de la organización.
El Ministerio del Interior de España informó que la fase operativa de la investigación se desarrolló en dos etapas: la primera, dirigida a la detención del núcleo de operaciones, y la segunda, enfocada en los puntos clave de distribución en las provincias de Valencia y el País Vasco.
Las detenciones se realizaron en Madrid, Ávila, Bilbao, Valencia y Toledo, y 15 de los 20 arrestados fueron enviados a prisión provisional.
Al momento de ejecutar el operativo y en coordinación con autoridades de Países Bajos, se interceptó un cargamento procedente de Costa Rica con droga oculta en maquinaria industrial dentro de un contenedor marítimo, lo que confirmó la ruta de entrada utilizada por la organización criminal.
Las autoridades señalaron que, aunque la investigación permanece abierta, el operativo debilitó de manera significativa la estructura que facilitaba la entrada de estupefacientes procedentes de América hacia Europa.

