La Presidenta Claudia Sheinbaum defendió este jueves la propuesta de reforma a la Ley General de Aguas y aseguró que el objetivo central es terminar con el acaparamiento y la comercialización privada del recurso, mientras se corrigen ambigüedades que han generado inquietud entre productores, ejidatarios y diversos sectores. También pidió frenar la circulación de “falsa información” sobre el contenido de la iniciativa.
Al responder a un cuestionamiento durante su conferencia de prensa, Claudia Sheinbaum dio una explicación amplia sobre el tema, donde señaló que hay apartados que requieren precisión para evitar confusiones, particularmente en lo relacionado con la transmisión de derechos entre familiares.
“Hay temas que tienen que aclararse en la ley. Que quede mucho más explícito el tema, por ejemplo, si un ejidatario le cede su parcela a su hijo… si fallece el titular, que se le pueda otorgar al hijo”, dijo. Explicó que la Conagua prevé dicho proceso, pero exige completar los trámites adecuados para actualizar el registro. “Eso es indispensable para que quede un registro adecuado”, afirmó Claudia Sheinbaum este jueves en Palacio Nacional.
Claudia Sheinbaum aseguró que existe “total coordinación” entre la Secretaría de Gobernación, la Conagua y la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados para construir una propuesta sólida. La intención del gobierno federal es que las modificaciones se concreten en las próximas semanas. “La idea es que se apruebe antes de que concluya el actual periodo ordinario, ya que se hizo el foro y se hagan las modificaciones”, apuntó.
Claudia Sheinbaum aseguró que varias de las críticas difundidas en los últimos días carecen de fundamento. “Ha habido mucha falsa información, inventando cosas que dicen que tiene la ley, que en realidad no tiene. Para que no haya problema, todo eso se va a aclarar”, subrayó.
Claudia Sheinbaum recordó que justamente para ese fin se abrió un foro de discusión en la Cámara de Diputados, donde se escucharán observaciones y se revisarán puntos específicos, como la prohibición de descargas contaminantes de mineras en cuerpos de agua, un tema cuya redacción —admitió— requiere aclaraciones.
Respecto al rol del director de Conagua, Efraín Morales, Claudia Sheinbaum enfatizó que participa porque “es el área sustantiva que ha propuesto la ley”. Detalló que el eje de la iniciativa es impedir el acaparamiento y la venta de permisos, así como limitar prácticas como la transmisión discrecional de concesiones o la venta de agua de riego a terceros. “Esos son los privilegios que nosotros decimos que vienen de la ley del 92… ahí sí es la esencia de por qué hay que cambiar la ley”, afirmó.
Claudia Sheinbaum sostuvo que algunos distritos de riego o regiones que actualmente gozan de estas ventajas buscan frenar la reforma. “Hay algunos que quieren que se retire, pues esa no, porque incluso fue en consenso con empresarios, distritos de riego, se estuvo trabajando”, dijo. Agregó que el propósito es “garantizar que haya agua para todas y todos y no la acaparen o comercialicen para su beneficio privado e individual”.


