Y hablando del Poder Judicial, resulta que ayer éste sufrió una nueva baja. La magistrada María Emilia Molina, de larga trayectoria, dio cuenta de que presentó su renuncia, luego de que el Órgano de Administración de Justicia determinó, sin notificarle, cambiarla de adscripción. La también presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras, quien ha mantenido posiciones críticas sobre la reforma al Poder Judicial, indicó que ante problemas de salud familiares que enfrenta y también para proteger su salud mental había igualmente solicitado un permiso sin goce de sueldo, pero le fue negado. “Este manejo de las adscripciones y de las solicitudes médicas refleja un patrón de presión, disciplinamiento y desgaste... Mi trabajo siempre ha sido jurídico, institucional y honrado. El trato recibido no refleja lo mismo”, acusó. Y también agregó: “Mi silencio en redes no fue por miedo. No me callaron. Y no me callarán. Mi voz y mis convicciones, no dependen de un cargo ni de una adscripción. Dependen de mis principios, de mi trayectoria y de la verdad”. Uf.