Experto descarta riesgo por ahora para México

Trump revive la Doctrina Monroe: privilegia despliegue militar en AL

Estrategia de seguridad considera el envío de tropas a la frontera y derrotar a los cárteles, incluyendo el uso de fuerza letal; busca poner fin a migraciones en el mundo

El presidente Trump recibió ayer el premio de la paz de la FIFA por parte del presidente del organismo, Gianni Infantino.
El presidente Trump recibió ayer el premio de la paz de la FIFA por parte del presidente del organismo, Gianni Infantino. Foto: AP

El gobierno del presidente Donald Trump presentó una nueva estrategia de seguridad nacional en la que se busca reafirmar la dominancia de Estados Unidos en el hemisferio occidental, reajustar su presencia global para centrarse más en América Latina y en la lucha contra la migración y en la que los aliados europeos aparecen como débiles.

El documento titulado “Estrategia Nacional de Seguridad” expone con firmeza el objetivo de reforzar la influencia de EU en América Latina, donde la administración Trump ha perpetrado 22 ataques a lanchas, que sin pruebas, acusa transportaban drogas, con saldo de al menos 87 muertos desde el pasado 2 de septiembre y está inmersa en una confrontación con el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, y busca tomar el control de recursos clave como el Canal de Panamá.

  • El Dato: Según el texto, EU pone como prioridad el fin de la guerra en Ucrania, al tiempo que busca mejorar la relación con Moscú para “restablecer la estabilidad estratégica”.

Concebido para desarrollar la visión America First (Estados Unidos primero) de Trump, la nueva estrategia marca una reorientación de su política de los últimos años que se centró en Asia, aunque sigue identificando a China como su principal competidor.

Uno de los elementos principales es el denominado “Corolario Trump” de la Doctrina Monroe de 1823, para “restaurar la preeminencia de EU en el hemisferio occidental”, según la cual América Latina queda fuera del alcance de potencias extranjeras, ya sea europeas o asiáticas.

Así, EU buscaría acceso a recursos y ubicaciones estratégicas en AL, y aseguraría que los países sean “razonablemente estables y bien gobernados para prevenir y desalentar la migración masiva” hacia su territorio.

Indica que busca combatir el tráfico de drogas y controlar la migración. EU también reformula su presencia militar en la región. Eso significa, por ejemplo, “despliegues selectivos para asegurar la frontera y derrotar a los cárteles, incluyendo, donde sea necesario, el uso de fuerza letal para reemplazar la fallida estrategia de exclusivamente aplicar la ley, utilizada en las últimas décadas”.

Aludiendo a China, la estrategia dice que “negará a competidores de fuera del hemisferio la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales”.

Según el texto, Washington reajustará su “presencia militar global para hacer frente a amenazas urgentes en nuestro Hemisferio, y alejarnos de escenarios cuya importancia relativa para la seguridad nacional estadunidense ha disminuido”.

Washington quiere además, bajo la presidencia de Trump, poner fin a las migraciones masivas en el mundo y hacer del control de las fronteras “el elemento principal de la seguridad” estadunidense.

“La era de las migraciones masivas debe llegar a su fin. La seguridad de las fronteras es el elemento principal de la seguridad nacional. Debemos proteger a nuestro país contra las invasiones, no sólo contra las migraciones descontroladas, sino también contra las amenazas transfronterizas como el terrorismo, las drogas, el espionaje y la trata de personas”, señala.

En el documento, también critica duramente a los aliados europeos y señala que EU respaldará a quienes se opongan a los valores promovidos por la Unión Europea, especialmente en materia de inmigración.

También se acusa a los antiguos aliados europeos, que a veces han mostrado su desacuerdo con los enfoques cambiantes de Trump hacia la guerra entre Rusia y Ucrania, de enfrentar no sólo desafíos económicos internos sino, una crisis existencial, y que el bloque está siendo debilitado por sus políticas de inmigración.

(El estancamiento económico en Europa) se ve eclipsado por la perspectiva real y más marcada de un borrado civilizacional. Si las tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o menos”, indica el texto.

CALMA. La “resurrección” de la doctrina Monroe por parte de Trump no representa, por ahora, un riesgo para la soberanía de México, debido a que, entre otros puntos, la respuesta del país en materia de seguridad ante dicha nación ha sido la de atender las solicitudes que ésta hace y la conducción a cargo de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha sido “cautelosa”, vaticinó Andrés Sumano, especialista en seguridad.

El catedrático de El Colegio de la Frontera Norte explicó a La Razón que, por ahora, el objetivo para el mandatario republicano se encuentra en Venezuela, Cuba y la confrontación que mantiene con el presidente de Colombia, Gustavo Petro. No obstante, no se descarta un diferendo con México, si EU llegara a concretar sus operaciones en territorio venezolano.

“Mientras estén ocupados con eso, México de alguna manera puede estar tranquilo en ese tema. Pero es un riesgo en el sentido de que si se concreta efectivamente una invasión de EU a Venezuela, muy probablemente la Presidenta vaya a estar en desacuerdo y eso sí puede generar un rompimiento importante”, declaró.

En cuanto a la próxima reunión entre las autoridades de seguridad de ambos países, comentó que esta dinámica de colaboración más bien parece un acto de “revisión de tarea” por parte de EU hacia México, precisamente por esta posición del Gobierno federal para atender lo que el republicano pide.

En este contexto, remarcó que persistirán las presiones estadounidenses en tanto no decida actuar en un escenario que hasta ahora, dijo, ha evadido: atacar el vínculo político-criminal: “México está dispuesto a hacer muchas cosas para tratar de de agradar a al gobierno de Trump (pero no) a meterse con el vínculo político-criminal”.

Corte revisará ciudadanía por nacimiento

Por AP

La Corte Suprema de Estados Unidos acordó ayer abordar la constitucionalidad de la orden del presidente Donald Trump sobre la ciudadanía por nacimiento, según la cual los niños nacidos de padres que están en el país de manera ilegal o temporal no son ciudadanos estadounidenses.

Los jueces escucharán la apelación de Trump en un fallo emitido por un tribunal inferior que anuló las restricciones de ciudadanía. Éstas no han entrado en vigor en ninguna parte del país. Los alegatos del caso se presentarán en la primavera. Se prevé un fallo definitivo para principios del verano.

La orden sobre la ciudadanía por nacimiento, que Donald Trump firmó el 20 de enero, el primer día de su segundo mandato, forma parte de la amplia imposición de medidas contra la inmigración de su administración republicana. Otras acciones son el aumento en las medidas de aplicación de la ley de inmigración en varias ciudades y la primera invocación en tiempos de paz de la Ley de Enemigos Extranjeros del siglo XVIII.

La ciudadanía por nacimiento es la primera política de Trump relacionada con la inmigración que llega a la corte para un fallo definitivo. Su orden cambiaría más de 125 años de consenso con respecto a que la 14.a Enmienda de la Constitución confiere la ciudadanía a todas las personas nacidas en suelo estadounidense, con excepciones limitadas para los hijos de diplomáticos extranjeros y aquellos nacidos de una fuerza de ocupación extranjera.