Contrario a lo que podría pensarse, las acciones de los cárteles de la droga en México no siempre son violentas; por el contrario, en algunos casos apuestan por estrategias más diplomáticas o mantener un perfil bajo y permitir que su oponente territorial se desgaste.
Esta doble forma de actuación caracteriza al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de acuerdo con la organización estadounidense Datos de Ubicación y Eventos de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés), que distinguió en su informe de 2025 cómo uno de los grupos del crimen organizado más poderosos a nivel mundial ha apostado por mantener una estrategia frontal en el norte del país, particularmente en Michoacán, donde disputa la plaza con varios grupos, y una postura pasiva frente al Cártel de Sinaloa (CDS) en la frontera sur, particularmente en Chiapas.
- EL DATO: EL CJNG ha cobrado relevancia gracias al uso de la violencia, incluyendo ejecuciones, exhibición de cuerpos mutilados, la difusión de asesinatos y el uso de narcomantas.
Ayer, el Ministerio de Defensa de Guatemala informó que, tras la injerencia del Cártel de Sinaloa en su territorio, tres personas fueron asesinadas, un militar resultó herido y varias comunidades han sido amenazadas con narcomantas, en una supuesta ofensiva de la empresa criminal contra grupos locales.
De acuerdo con ACLED, el Cártel de Sinaloa sí mantiene operaciones más visibles en la frontera México-Guatemala, pero el hecho de que el CJNG se mantenga en reserva ha permitido que, pese a las disputas territoriales, los índices de violencia disminuyan en la región.
“El comportamiento del CJNG en otras áreas en disputa con el Cártel de Sinaloa no es únicamente ofensivo. En Chiapas, la violencia relacionada con las pandillas disminuyó en un 51 por ciento entre el 25 de julio de 2024 y el 31 de marzo de 2025 en comparación con el período anterior de ocho meses”, señaló la organización.
“Esto sucedió a pesar de que Chiapas ha sido el epicentro de una guerra territorial entre los dos cárteles por el control de las rutas de tráfico de migrantes desde Centroamérica”, agregó.
El análisis señaló que, si bien la disminución puede atribuirse en parte a los esfuerzos liderados por las autoridades federales y locales para frenar la inseguridad y una mayor colaboración entre las fuerzas estatales y militares, “el CJNG también puede haber adoptado una paciencia estratégica; o bien está esperando a que el Cártel de Sinaloa se debilite o está buscando un acuerdo con los corredores de poder locales para preservar sus operaciones clave sin recurrir a la violencia”.
Parte de la razón de esto, precisó la investigación, puede ser que Estados Unidos designó al CJNG como una organización terrorista extranjera, junto con el Cártel de Sinaloa y otros cuatro grupos criminales mexicanos, exponiéndolo a un mayor escrutinio por parte del Gobierno mexicano.
Esto ha creado las condiciones para que el Cártel Jalisco elija sus batallas, en este caso, actuar “pacíficamente” en Chiapas y, “al mismo tiempo, siga participando activamente en guerras territoriales y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el estado de Michoacán, lo que proporciona un incentivo adicional para que el CJNG mantenga un perfil bajo y concentre sus esfuerzos en frentes de alta prioridad”.
En este contexto, el investigador Víctor Manuel Sánchez, quien en los años recientes ha monitoreado y mapeado la presencia de los cárteles en el territorio mexicano, difiere de las conclusiones que apuntan a un perfil bajo del CDS en la frontera sur, pues consideró que la irrupción activa del grupo criminal ha incrementado los conflictos, causado desplazamientos forzados y modificado el mapa del narcotráfico en la región.
“Al contrario, la violencia en Chiapas ha ido subiendo (...) ver los desplazamientos forzados en varios municipios, precisamente por la irrupción del CJNG. Siento que cada vez ha sido más activo en el último año o en los últimos dos años”, afirmó el experto.
Precisó que el interés central de los cárteles en esta zona es su valor como principal punto terrestre de entrada de cocaína y armas a México desde Guatemala. Durante décadas, el dominio lo ejerció el Cártel de Sinaloa, específicamente la facción de Los Mayiza. Sin embargo, en los últimos cinco años, el CJNG ha irrumpido con fuerza en municipios como Frontera Comalapa.
- EL TIP: EL CDS tiene su base en Sinaloa y algunos municipios de Durango y Chihuahua, que forman la región del Triángulo Dorado.
Además, explicó que el Cártel Jalisco ha apoyado la formación del Cártel de Chiapas y Guatemala, añadiendo un actor más al complejo tablero donde también operan las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18.
Consultado sobre quién resultó aventajado tras los violentos enfrentamientos registrados recientemente, que incluso traspasaron la frontera con Guatemala, el investigador fue claro: “Realmente no aventaja ninguno”.
No obstante, en un balance general, Sánchez detalló: “El Cártel Jalisco está avanzando... ha ganado terreno. Pero la correlación de fuerzas sigue favoreciendo al Cártel de Sinaloa”, y aclaró que en esta zona la facción dominante es la de La Mayiza y no la de Los Chapitos (hijos de El Chapo Guzmán).
Por otro lado, Sánchez puso en el tablero la dinámica de otro grupo mencionado en la región: La Barredora. Este operaba para el CJNG en Tabasco, pero con el inicio del Gobierno federal actual, la alianza se rompió. “Ahora se pueden entender como dos organizaciones que se están peleando la entidad”, lo que ha generado un repunte de violencia en Tabasco y algunos municipios del norte de Chiapas, aunque no en la zona fronteriza central, que es foco de la disputa entre Sinaloa y Jalisco.
Frente a los datos que señalan una disminución en la percepción de inseguridad, el experto llamó a la cautela. Recordó que Tapachula sigue estando en el top cinco de las ciudades con peor percepción a nivel nacional y que las encuestas oficiales no miden a todos los municipios afectados por la violencia criminal.
Para el experto, el escenario de la frontera sur está en constante ebullición y la teoría de una “paz estratégica” del CJNG se desvanece frente a los reportes de desplazamientos, enfrentamientos y una lucha feroz por el corredor de drogas más importante de nuestro país.
“Tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo por esa posible disminución que pudo haber tenido”, concluyó.