Nos comentan que el debate por la bautizada como Ley Esposa, que ya se aprobó en San Luis Potosí y se analiza en Nuevo León y que, en el deber ser, pretende allanar el camino para que sean mujeres quienes gobiernen tras décadas de concentración del poder en los hombres, genera efervescencia en particular dentro de la propia 4T. La Presidenta ya lanzó un cuestionamiento a la iniciativa ante el riesgo de que, como señala el apodo del proyecto, sea más bien una especie de manipulación de la ley para que las consortes de los actuales góbers se queden en el poder. La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, ya anunció que presentará una acción de inconstitucionalidad contra lo aprobado en el Congreso potosino. Pero el gobernador Ricardo Gallardo, del Partido Verde, aliado de la transformación guinda, se mantiene firme en defender la causa, al sostener que San Luis es de las pocas entidades que no ha dado el paso para tener una gobernadora y de eso, dice, ya van más de 80 años. Pendientes.

