La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) confirmó que el hombre asesinado el pasado domingo 21 de diciembre en el restaurante Luaú, en la Zona Rosa, sí es Óscar Noé Medina González, alias El Panu, presunto encargado de seguridad de Los Chapitos.
Cuatro días después del asesinato, el órgano autónomo informó que la identificación del occiso ocurrió mediante peritajes de huellas dactilares.
- El Dato: Periodistas especializados en temas de seguridad han informado que Óscar Medina era yerno de Adolfo Rojo Montoya, diputado del PAN en Sinaloa y actual funcionario.
La dependencia que encabeza Bertha Alcalde Luján detalló que por El Panu, el Departamento de Justicia y la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos ofrecían una recompensa de cuatro millones de dólares “derivada de acusaciones por delitos relacionados con el tráfico internacional de drogas, así como por su presunto rol operativo dentro del Cártel de Sinaloa, organización criminal con impacto transnacional”.
De acuerdo con las indagatorias, el hombre se encontraba con familiares en el establecimiento de la colonia Cuauhtémoc, cuando un sujeto con vestimenta oscura, gorra y cubrebocas se aproximó y le disparó con un arma de fuego en diversas ocasiones, provocando su muerte y lesionando a otra persona.
- 6 años desde el Culiacanazo, cuando se vio a El Panu con Ovidio Guzmán
Grabaciones que circulan en redes sociales muestran que el sicario huyó a la plaza comercial ubicada en Reforma 222, donde entró a un baño mientras hablaba por teléfono. Al salir del sanitario, el sujeto sale con su chamarra negra, con la que entró, en mano.
Según versiones periodísticas, presuntamente El Panu era vigilado por grupos criminales adversarios desde hace meses. Incluso, habría sido captado en una tienda departamental de Polanco.
Medina González presuntamente era uno de los hombres más cercano a Los Chapitos, quienes mantienen una guerra en Sinaloa con la facción de Ismael, El Mayo, Zambada, tras la detención de éste el 24 de julio de 2024 por parte de autoridades de Estados Unidos.

El pasado 17 de octubre de 2019, en el operativo que llevaron a cabo las Fuerzas Armadas para la captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín, El Chapo, Guzmán, en Culiacán, Sinaloa, una de las personas que estaba con el sospechoso era Óscar Medina, de acuerdo con las grabaciones de las autoridades.
En el momento en el que elementos de seguridad arriban a un inmueble del sector Tres Ríos en el que estaba oculto Guzmán López, una de las personas que sale junto a éste es El Panu.
Minutos después, el hijo de El Chapo fue liberado, de acuerdo con el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, para evitar la muerte de inocentes debido a los ataques de integrantes del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con el diario español El País Óscar Medina era el encargado de la protección personal de los líderes de Los Chapitos, además, supervisaba a “los mandos regionales dentro y fuera de Sinaloa y dirigía a grupos de sicarios desplegados en distintas zonas del país”.
Quitan preseas y motos a exatleta con narcoliga
Por Ángel Molina
Autoridades federales aseguraron dos medallas olímpicas, 62 motocicletas de alta gama y diversos bienes durante cateos realizados en inmuebles relacionados con Ryan James Wedding, exatleta olímpico de origen canadiense buscado por autoridades de Estados Unidos por su presunta vinculación con el Cártel de Sinaloa.
Durante los cateos, realizados en la Ciudad de México y el Estado de México, las autoridades aseguraron vehículos, obras de arte, cartuchos, documentación diversa y presuntas sustancias ilícitas, entre ellas metanfetamina y marihuana.
- El Dato: Los inmuebles quedaron sellados y bajo resguardo de las autoridades y lo asegurado fue puesto a disposición del Ministerio Público para continuar con las indagatorias.
De acuerdo con información oficial, las acciones se llevaron de manera coordinada entre la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) y la Guardia Nacional (GN), como parte de una investigación conjunta con agencias estadounidenses.
Lo “asegurado está relacionado con un exatleta olímpico que es de los 10 fugitivos más buscado por autoridades estadounidenses”, señaló el Gabinete de Seguridad.

Ryan James Wedding es señalado por autoridades estadounidenses como presunto líder de una red de tráfico de drogas que enviaba cientos de kilogramos de cocaína desde Colombia, a través de México y el sur de California, a Canadá y otros sitios de Norteamérica. El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) mantiene una recompensa de 10 millones de dólares a quien proporcione información que permita su captura.
El atleta canadiense especializado en snowboard fue acusado en junio del 2024 en el Distrito Central de California por delitos relacionados con delincuencia organizada, a los cuales se sumó uno por intento de asesinato de septiembre del mismo año.
Compitió a nivel internacional durante finales de la década de 1990 y principios de los años 2000, etapa en la que logró integrarse al equipo nacional de Canadá.
Su carrera alcanzó su punto más alto al representar a su país en los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City 2002, donde participó en la prueba de slalom gigante paralelo, una de las modalidades técnicas del snowboard competitivo. Antes de su retiro, formó parte del circuito internacional y participó en competencias avaladas por federaciones deportivas.

Tras su participación olímpica se alejó de las competencias oficiales y puso fin a su carrera deportiva pocos años después. Luego de su retiro, Ryan James Wedding comenzó a involucrarse en actividades relacionadas con el narcotráfico a mediados de la década de 2000. De acuerdo con registros judiciales, en una primera etapa estuvo vinculado con el cultivo de marihuana en Canadá.
Posteriormente, en 2008, intentó adquirir droga a un agente encubierto de Estados Unidos, lo que derivó en su detención y en una condena de cuatro años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes.
Tras recuperar su libertad, Wedding amplió sus operaciones y logró integrarse a redes criminales de mayor alcance, lo que le permitió escalar dentro del tráfico internacional de drogas. Las investigaciones lo señalan como operador de una estructura dedicada al trasiego de cocaína, con rutas que atravesaban México hacia Estados Unidos y Canadá, en coordinación con el Cártel de Sinaloa.
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