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Se estima que en México hay registro de 45 mil niños con el Trastorno del Espectro Autista

La Secretaria de Salud informó  que 1% de la población mundial padece Trastorno del Espectro Autista; se  estima que en México, según datos del Inegi, hay registro de 45 mil niños con esa situación

Clínica pública para tratar el austismo.
Clínica pública para tratar el austismo.Foto: Especial.
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La Secretaria de Salud informó que 1 por ciento de la población mundial padece Trastorno del Espectro Autista y se estima que en México, según datos del Inegi, hay registro de 45 mil niños con el Trastorno.

Especialistas de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud hacen un llamado a la sensibilización social sobre el autismo que, de acuerdo con estimaciones, padece una de cada 100 personas en el mundo.

Personas especialistas en neurología, psiquiatría y salud mental explicaron que el autismo, cuya denominación correcta es trastorno del espectro autista (TEA), consiste en una condición de origen desconocido que implica el desarrollo atípico del cerebro y que plantea dificultades en la interacción social y en la incorporación a la vida comunitaria de quienes lo padecen.

Las alteraciones se identifican desde el inicio del desarrollo infantil, neuronal y del cerebro. Los principales rasgos se pueden detectar desde los primeros meses de vida en los que se hacen evidentes diferencias con respecto al denominado desarrollo típico de la mayoría de bebés. El TEA pertenece al mismo grupo que el trastorno de déficit de atención, los trastornos del aprendizaje y los trastornos del desarrollo intelectual, antes conocidos como retraso mental.

Explicaron que, en medicina, los TEA no son enfermedades en sentido estricto porque, para denominarlas de esa manera, deben tener características específicas; particularmente, que sea posible llegar al diagnóstico a través de estudios de imagen o de laboratorio, lo que en el trastorno del espectro autista no ocurre, en virtud de que su diagnóstico es enteramente clínico.

Enfatizaron que el diagnóstico se realiza mediante una entrevista clínica al paciente y a familiares, cuidadores, profesores y compañeros que aporten información complementaria de la escuela o de los lugares en que la persona se desarrolla. De esta manera, dijeron, es posible realizar una evaluación poliédrica y multidimensional del individuo y certificar que las características propias de la condición se presentan en todos los contextos y no sólo en algunos.

Las personas con TEA suelen presentar alteraciones en la comunicación socioemocional y en el lenguaje, patrones de comportamiento restringido y repetitivo. En muchos casos suelen presentar ecolalia, una perturbación del lenguaje que consiste en repetir involuntariamente una palabra o frase que acaba de pronunciar otra persona en su presencia, generalmente sus padres o cuidadores primarios. Sobre el lenguaje también presentan la característica de que no balbucean, rasgo que puede ser una señal de alerta para solicitar diagnóstico médico.

Con respecto al desarrollo socioemocional, personas con TEA suelen comportarse de forma distinta a la mayor parte de los infantes. En el desarrollo típico se percibe que desde pequeños empiezan a sonreírle a su cuidador, a tener una comunicación no verbal basada en el contacto visual y existe una interacción social entre ambos, a pesar de no haberse desarrollado todavía el habla. Esto no ocurre con personas que padecen este trastorno.

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FGR