Estos fueron los veinte vivas de AMLO en el Grito de Independencia

En su segundo grito como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador volvió a gritar 20 vivas, las cuales brotaron más allá de las paredes de un Zócalo que festejó el 210 aniversario del inicio de la Independencia; esta vez lo hizo en una explanada casi vacía por la pandemia que en siete meses suma 71 mil 678 decesos.

Cientos, miles de personas lo escucharon y vieron por las “benditas redes sociales”, o por televisión, con una ausencia que provocó un enorme eco desde el centro del país, ante la ausencia de esas 130 mil personas que hace un año se apilaron frente al balcón, para repetir las arengas.

Los “¡Viva la libertad!, ¡Viva la justicia!, ¡Viva la democracia!, ¡Viva la igualdad!, ¡Viva nuestra soberanía!, ¡Viva la fraternidad universal!, ¡Viva el amor al prójimo!, ¡Viva la esperanza en el porvenir! tuvieron como respuesta los “¡vivas! de su esposa Beatriz Gutiérrez Müeller, y de miembros del gabinete que acompañaron al Ejecutivo federal como el canciller Marcelo Ebrard, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo. 

López Obrador exclamó con firmeza los “¡Viva el heroico pueblo de México!, ¡Vivan las comunidades indígenas!, ¡Viva la grandeza cultural de México! en una salida al balcón que se convirtieron en gritos virtuales y seguros contra el virus.

Desde el lunes en la noche comenzó a instalarse el cerco en el primer cuadro de la Ciudad con tres filtros que coordinaron las fuerzas armadas: el primero de la calle de Palma a Correo Mayor y de Venustiano Carranza a Donceles; el segundo de Bolívar a Jesús Carranza y de Belisario Domínguez a la República de Uruguay y el último de Eje Central a Anillo de Circunvalación. El objetivo se logró, con excepción de turistas, la mayoría extranjeros que acreditaron estar hospedados en hoteles cercanos a Palacio de Gobierno, el equipo de logística y funcionarios invitados al acto, nadie más caminó por esas calles.

Fue un acto de sana distancia contra la pandemia, porque esta vez México no está bajo el yugo de otra nación, sino de un virus mortal que ha confinado a un país, como ha ocurrido en el mundo. Un festejo patrio en el que el verde, el blanco y el rojo dieron vida a la plancha del Zócalo, celebración que unifica a los mexicanos desde 1824 y que desde ese año, sólo en una ocasión, en 1847, no se realizó, debido a la ocupación estadounidense.

Un López Obrador que en 2019 dio el mismo número de vivas, pero en esta ocasión cambió cuatro; "¡Vivan las madres y padres de Nuestra Patria!, ¡Vivan nuestros héroes anónimos¡, ¡Viva la libertad!, y ¡Viva la paz!", los modificó por los "¡Viva la igualdad!, ¡Viva nuestra soberanía!, ¡Viva el amor al prójimo!, y viva la esperanza en el porvenir". Frases que más que un grito son un mensaje de que la curva ya viene en declive y que estamos a punto de comenzar de nuevo cada vez con personas en las calles.

Previo al grito, un soldado entonó el toque de silencio, al tiempo que el titular del ejecutivo y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, se mantuvieron de pie durante un minuto en honor a las víctimas del Covid-19.

Posteriormente caminó hacia el balcón, portaba un traje negro y la banda presidencial en el pecho, y ella, un elegante vestido color beige con bordados de flores y mariposas. López Obrador recibió de la mano de seis cadetes del Heroico Colegio Militar -cuatro hombres y dos mujeres- la bandera mexicana.

La plancha del Zócalo capitalino, fue iluminada con un mapa tricolor de la silueta de la República Mexicana y la antorcha del personaje de “El Pipila”, que representa la Llama de la Esperanza, acompañada por la imponente bandera monumental en el asta de 50 metros de largo, que ondeó en todo su esplendor, en una noche sin nubarrones.

"Mexicanas, mexicanos", gritó AMLO, y su voz hizo eco por la falta de personas y vinieron las 20 "vivas": "¡Viva la independencia!, ¡viva Miguel Hidalgo!, ¡viva José María y Morelos!, ¡viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡viva Ignacio Allende!, ¡viva Leona Vicario!, ¡Viva el heroico pueblo de México! externó, con voz firme y serena.

El espectáculo musical y el folcklor que caracteriza a los mexicanos, fue cambiado por una llama, la “de la esperanza”, que fue encendida durante cinco minutos como símbolo del anhelo para recuperar la libertad que nos dio el cura Hidalgo en 1810, y ahora, el covid.

El acto oficial, concluyó con un espectáculo pirotécnico que durante 10 minutos iluminó la totalidad del Centro Histórico, captando la atención de varios comensales que cenaban en restaurantes a varios cientos de metros, quienes sacaron su celular para capturar el grito en solitario.

Al terminar el acto, López Obrador fue rodeado por los integrantes de su gabinete, y otros invitados, entre ellos, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; los titulares de Sedena y Marina, Luis Crescencio Sandoval y José Rafael Ojeda; el canciller Marcelo Ebrard; y la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, los vivas habían terminado, pero el eco se mantuvo y replicó por encima del desierto de alfasto para reiniciar la vida en la nueva normalidad, en esta nueva realidad.

ntb