“Nada más persignarse y que Diosito nos cuide”

“Nadie está exento, a cualquiera le puede pasar, sí está cab…, pero qué le vamos a hacer. Nada más que persignarse, que Diosito nos cuide”. Así respondió un candidato sobre el riesgo que vive por hacer proselitismo entre amenazas de la delincuencia, en la zona limítrofe del Estado de México, Michoacán y Guerrero, en la llamada Tierra Caliente.

Este aspirante a ser alcalde en la región reconoció que tiene miedo, pero dijo a La Razón que el sentimiento por buscar la prosperidad de su municipio es más grande que el temor que produce el acoso del crimen organizado.

En condición de anonimato por seguridad, definió a la violencia electoral de esta manera: “amenazas de todo tipo, a cualquier hora, que te alinees, que te moches, que les sirvas para sus desma..., que te dejes mangonear”.

Reportes internos del Instituto Nacional Electoral (INE) y diversos registros públicos coinciden en que la Tierra Caliente, con 16 municipios divididos en cinco distritos electorales entre Estado de México, Guerrero y Michoacán, es una de las regiones de México con mayor inseguridad para cualquier actividad relacionada con las elecciones, desde el proselitismo de candidatos hasta la labor de los supervisores y capacitadores electorales que tocan a la puerta de los ciudadanos, que se convertirán en funcionarios o representantes de casilla en la elección del 2 de junio. Y el personal de encuestadoras que recoge opinión en domicilios también padece el fenómeno de inseguridad.

Desde antes de que arrancara el periodo de campaña, el INE, a través de su consejera presidenta Guadalupe Taddei, reconoció que el personal operativo y de campo de los organismos electorales federales y locales, enfrenta un riesgo latente por la violencia.

“Siempre hay una preocupación en materia de seguridad para todos nuestros colaboradores que andan en campo y este año no es la excepción y ellos ya lo están implementando. Hay áreas donde solicitan de manera puntual el apoyo en los recorridos para ingresar a algunas localidades alejadas, con baja población o de otra naturaleza que ellos hayan distinguido”, señaló.

Una aproximación de la ocurrencia de la violencia en el actual proceso la delinea Laboratorio Electoral, organización que reporta 44 asesinatos de hombres y mujeres relacionados con la política y las elecciones, en un periodo de junio del 2023 al 15 de marzo del presente año. El último caso ocurrió en Puebla este fin de semana, cuando hombres armados, a bordo de motocicletas, asesinaron a Jaime González Pérez, candidato de Morena a la presidencia municipal de Acatzingo.

Guerrero encabeza el indicador, con 11 homicidios; y le siguen Veracruz, con siete; Michoacán, seis; Estado de México, con cuatro; Chiapas, cuatro; Zacatecas, tres; Jalisco, dos; Guanajuato, dos, y Sinaloa, Puebla, Ciudad de México, Colima y Morelos, con un caso cada entidad.

Con excepción del PT, el resto de los partidos políticos con registro nacional: PAN, PRI, PRD, MC, PVEM y Morena, reportan violencia electoral.

Al respecto, la consultora Integralia, en sus respectivos análisis sobre el tema, destaca que el 54.5 por ciento de casos de violencia electoral fue contra candidatos o funcionarios a nivel municipal; el 20.5 por ciento correspondió al nivel federal, y el 11.4 por ciento, en la esfera política estatal. El 13.6 por ciento de la información por nivel de gobierno en disputa, no estuvo disponible. 

Para cargos de elección federal, el Instituto Nacional Electoral gestiona con las autoridades de seguridad pertinentes la protección de candidatos, que incluye un determinado número de vehículos y personal de la Guardia Nacional o el Ejército, de acuerdo con el nivel de riesgo.

En el caso de candidatos locales, la tarea de seguridad corresponde a las policías estatales.

Al menos esto piensa el candidato a alcalde que prefiere andar solo, con una campaña de bajo perfil, donde hace lo que puede, al igual que el resto de los políticos aspirantes a presidentes municipales y diputados locales del Estado de México, Guerrero y Michoacán.

“No es que no sirva, se agradece el apoyo, pero, cuando te quieren chin… te van a chin… En un baño público, en tu casa en la noche, en un restaurante en la tarde, en cualquier lado puede ser. Si te caen 20 fulanos en cinco trocas, ¿qué haces? ¡Está cab…!”, concluyó el candidato que, en dos ocasiones, “fulanos desconocidos”, como él los llama, le pidieron abandonar su carrera por un cargo de elección popular para que tuviera una vida tranquila.