Tras fin del Título 42

Título 8 sólo busca criminalizar a migrantes, acusa el Colegio de la Frontera Norte

Las duras medidas que se toman tras finalizar el Título 42 han sido criticadas por vulnerar los derechos humanos de los migrantes

Migrantes de diversas nacionalidades esperan para ser procesados por las autoridades del departamento de migración de EUA.
Migrantes de diversas nacionalidades esperan para ser procesados por las autoridades del departamento de migración de EUA.Juan Ortega Solís / Cuartoscuro
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El Colegio de la Frontera Norte (Colef) aseguró que la entrada en vigor del Título 8 y otra serie de medidas en Estados Unidos, se trata del restablecimiento de un sistema de deportación cuyo pilar básico es la criminalización de la migración.

Eduardo Torre Cantalapiedra, investigador del Departamento de Estudios de Población de El Colef, comentó que con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, se generaron expectativas de cambios favorables respecto a la migración, por lo que el término del Título 42 se esperaba desde el comienzo de su administración.

“Pero en los hechos" de acuerdo al especialista, "dadas las discrepancias políticas y discusiones en los tribunales, se fue postergando hasta el momento actual”, explicó. 

Migrantes centroamericanos en la frontera norte de México.
Migrantes centroamericanos en la frontera norte de México.Foto: Especial.

Con Título 8 se restablece la criminalización

Cantalapiedra señaló que la entrada de la nueva política expulsora y más restrictiva denominada Título 8, se trata del restablecimiento de un sistema de deportación cuyo pilar básico es la criminalización de la migración.

“El gobierno estadounidense busca realizar de manera más rápida la deportación de quienes crucen de manera ilegal a su país, con la imposición de sanciones de hasta cinco años sin poder cruzar a Estados Unidos o acciones penales con las personas reincidentes”, indicó.

El 11 de mayo entró en vigor la derogación del Título 42, aplicado por el gobierno de Estados Unidos durante la gestión de Donald Trump.

Esta medida, que comenzó a aplicarse el 20 de marzo de 2020 bajo el pretexto de la emergencia sanitaria de COVID-19, facultaba a las autoridades estadounidenses detener a personas migrantes que cruzaran por la frontera sur, y enviarlas de manera expedita a sus lugares de origen o a México. También bloqueó las solicitudes de asilo y de refugio.