Caracas/Con información de agencias
Congruente con la política de censura que desarrolla desde el inicio de su mandato, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decidió prohibir la emisión, en todas las televisoras de ese país, de la controvertida y popular serie estadounidense Padre de familia por considerarla un ejemplo nocivo para niños y jóvenes venezolanos. La misma suerte han tenido otros dos programas en dos meses. Ello bajo el argumento de que incumplen con la nueva ley educativa y no promueven los preceptos de la revolución bolivariana.
Un programa de Globovisión sobre educación sexual que transmitía un capítulo sobre relaciones entre personas del mismo sexo fue cancelado bajo la excusa de que ofendía la moral. Una mesa de análisis político de la televisora Televen fue suspendida por abordar temas contrarios al régimen.
Con el anuncio, hecho por el ministro de Justicia de Venezuela, Tareck El Aissami, cualquier televisora del país que se atreva a desafiar el mandato del régimen chavista corre el riesgo de ser acreedor a una multa o pagar con “acciones de reparación” que consisten en transmitir lo que el gobierno dictamina, que en la mayoría de los casos son películas “de servicio público” con temas que enaltecen la revolución bolivariana.
Esta afirmación, hecha a juicio del Ministerio de Justicia, se basa en el capítulo emitido recientemente en que el personaje de Brian, el perro de la familia, encabeza una campaña que tiene como objetivo legalizar la droga.
Para el gobierno venezolano estas series, consideradas como no aptas para audiencias infantiles, son parte del aparato mediático norteamericano que busca controlar a las masas.
La televisora venezolana Televen fue castigada con una multa económica por transmitir Los Simpson y sólo la sustituyó por Guardianes de la Bahía.
fdm