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Aprovechando la capacidad y el número de efectivos, que supera ocho a uno a las fuerzas ucranianas (Rusia tiene en total 845 mil efectivos mientras que Ucrania cuenta con 129 mil 950), los 16 mil invasores rusos desplegados en la península de Crimea —según estimó Ucrania— se han dedicado a acosar las sedes militares de la flota ucraniana para buscar su rendición.
Ante el despliegue, el Ministerio de Defensa en Kiev advirtió de un ultimátum recibido por parte de las fuerzas rusas en suelo ucraniano, para que las milicias locales se pongan a las órdenes de las autoridades pro rusas de Crimea.
En un informe entregado por la misión ucraniana ante la ONU denunció que los rusos enviados a territorio ucraniano fueron solicitados por el presidente destituido Víktor Yanukóvich. “Hasta ahora, las fuerzas ucranianas han ejercido la moderación y evitado resistirse activamente a la agresión, aunque están en total disposición operativa”, afirmó el diplomático Yuriy Sergeyev.
El documento también denunció que ayer se presentó en el Parlamento ruso un proyecto de ley para la anexión de Crimea. Además, en la nota entregada a Naciones Unidas se detalla toda la serie de movimientos y amenazas que su gobierno denunció en los últimos días, como el ultimátum dado por unidades navales rusas para que las tripulaciones de dos buques navales ucranianos abandonen sus barcos.
Aunque el Kremlin negó que tenga intención de asaltar las instalaciones ucranias, no obstante la propaganda, información y acciones del gobierno hacen pensar lo contrario, tras la operación emprendida por orden de Vladimir Putin en Ucrania, con el apoyo del Senado ruso y el respaldo del patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kiril. En 2009 Rusia aprobó una legislación especial para poder recurrir al Ejercito en supuesta defensa de los intereses de sus ciudadanos en el extranjero.
El ministro de Exterior de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que las tropas rusas desplegadas en la provincia de Crimea se mantendrán hasta que los derechos de la minoría rusa sean respetados. “Los que han tomado el poder en Ucrania están imponiendo su victoria para atacar los derechos fundamentales de los rusos”, sostuvo.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, anunció que Rusia llevará adelante el proyecto de construcción de un puente sobre el estrecho de Kerch, que separa la península de Crimea del territorio de Rusia. En respuesta el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, aseguró que la región autónoma de “Crimea no se entregará a nadie”.
El deterioro de la situación en Ucrania por la injerencia rusa en la autónoma Crimea, también provocó la intensificación de los movimientos diplomáticos para evitar una guerra entre ambas naciones. La Unión Europea convocó a una cumbre extraordinaria de jefes de Gobierno a realizarse el jueves, que se sumará a la mantenida la víspera en Bruselas por los ministros de Exteriores de la Unión. Como respuesta al despliegue militar ruso en el territorio crimeo, los jefes de las cancillerías europeas decidieron suspender las negociaciones sobre el libre acceso de los ciudadanos rusos a la Unión.
Por su parte Estados Unidos anunció la suspensión de todos los vínculos militares entre Washington y Moscú, como consecuencia de la intervención rusa en Crimea, anunció el Pentágono.
“Esto comprende los ejercicios y reuniones bilaterales, las escalas de buques y las conferencias de planificación militar”, señaló el vocero de la defensa estadounidense, el contralmirante John Kirby.
En tanto Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos, pidió a Moscú facilitar el despliegue inmediato de observadores internacionales en la república autónoma de Crimea.