EI huye de Irak y Siria; fortalecen grupos en Libia, Líbano, Egipto...

5eda2719ddcac.jpeg
Foto: larazondemexico

En Madrid

Ante los reveses militares que está sufriendo en Irak y Siria, el Estado Islámico (EI) cuenta con una estrategia que consiste en reforzar las células de sus provincias (las llamadas wilaayat) en las que tiene una mayor presencia, y utilizarlas como alternativas para ocultar a sus líderes y como redes de seguridad.

Según informes de los servicios secretos internacionales, a los que tuvo acceso La Razón, el grupo radical no contempla una derrota militar en Siria e Irak a corto plazo, pero sí considera que su situación se debilite hasta el extremo de tener que abandonar los primeros territorios conquistados para su “califato mundial”.

De esta manera, el EI se convertiría en una organización descentralizada, de forma similar a las actuales características de Al Qaeda. Territorios contiguos a Siria, como Líbano, y, en especial Libia, cobrarían una importancia capital.

Los referidos informes subrayan el hecho de que, al centrar la coalición internacional sus ataques en las posiciones del Daesh en Siria e Irak, la organización terrorista continúa, con una relativa comodidad, su afianzamiento en las provincias en las que tiene más presencia, como Libia.

La estrategia que sigue en las wilaayat es la de crear inestabilidad, divisiones étnicas, guerras civiles, fomentar la debilidad de los aparatos del estado y, sobre todo, aprovechar las zonas carentes de gobernabilidad.

LAS FILIALES. Desde la proclamación del Estado Islámico, en junio de 2014, la banda ha invertido grandes esfuerzos para extenderse más allá de Siria e Irak, mediante la creación de una red de filiales regionales que operan en el mundo árabe y musulmán.

Entre las agrupaciones menores que se han incorporado, figuran la del Sinaí, tras el juramento de lealtad de Ansar Bait al-Maqdas; tres demarcaciones en Libia (Fazan, Barqah y Tripoli); la de África Occidental, como resultado del juramento de lealtad de la organización nigeriana Boko Haram; la de Pakistán y Afganistán (Khora-sán); la de Sanaa en Yemen; la de Najd, en Arabia Saudí; la de la zona norte del Cáucaso (Chechenia y Daguestán) y la de Argelia.

Además, el Daesh cuenta con infraestructuras en Túnez, Líbano, Kuwait, Turquía y en la Franja de Gaza, utilizadas para cometer atentados y tratar de dar la imagen de que su largo brazo llega a cualquier lugar.

En el caso de Turquía, el EI cuenta también con infraestructuras logísticas que utiliza para trasladar a voluntarios extranjeros a Siria e Irak, materiales y dinero.

En los mencionados informes, se analiza la estrategia que utilizan los yihadistas para la extensión del Estado Islámico.

Las provincias generalmente tienen como base humana a militantes locales e infraestructuras existentes. Es el caso de la wilaayat del Sinaí, integrada por individuos de la población beduina. Lo mismo ocurre en Khorasán, en cuyas filas hay militantes afganos provenientes del movimiento talibán.

Las actuaciones en las provincias se centran en varios ámbitos: actividades militares destinadas a controlar territorios (de forma similar a Siria e Irak); terrorismo contra la población civil, funcionarios del gobierno o contra objetivos de seguridad.

Se trata de amedrentar y mermar las fuerzas del “enemigo” y dar una imagen de potencia y poder de disuasión como parte de la guerra psicológica contra adversarios regionales e internacionales.

Otro aspecto importante de los planes yihadistas es el de erosionar la estabilidad económica y de la seguridad en la zona en la que actúan y provocar enfrentamientos étnicos. Esta estrategia se hace especialmente relevante para llevar a cabo uno de sus grandes objetivos: acabar con la franquicia de Al Qaeda en el Magreb (AQMI).

Las actividades civiles de cara a la población local forman parte de los planes yihadistas, que tratan de establecer instituciones civiles y religiosas según el modelo de los califatos, y suministrar servicios públicos e implementar la ideología del Estado Islámico en la vida cotidiana de la población. Lo hacen mediante la intervención del sistema educativo o la imposición de las leyes de la “sharía” en el ámbito público.

El reclutamiento de militantes, su capacitación y suministro de armamento, el contrabando o incluso la producción local de medios de combate, también son aspectos que forman parte de la hoja de ruta del Daesh en las zonas que ocupa o pretende ocupar.

Las actividades económicas en las provincias son relativamente escasas y no están desarrolladas. Los ingresos incluyen donaciones privadas; acciones criminales de saqueo y asaltos, contrabando y dinero recibido como pago del rescate de rehenes.

Las wilayaat se encuentran en las primeras etapas de su organización y su estructura todavía no está consolidada ni la división de atribuciones en su interior.

Existen brechas en los aspectos militares, instalaciones y equipamiento. Algunas provincias, agregan, sufren penurias económicas y la carencia de medios de combate, por lo que han de depender de lo que les pueda facilitar el Daesh a nivel central.

En Libia, el EI ha obtenido logros importantes al conquistar territorios. Sin embargo, combaten también con milicias salafistas locales.

Avanza el rescate

de bastión yihadista

Las fueras especiales iraquíes se encuentran en las afueras de Faluya, a una semana de haber iniciado una fuerte ofensiva para recuperar la ciudad en manos del Estado Islámico (EI) desde 2014.

Unos 20 mil agentes, militares y policías por el poder aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos, se desplegaron cerca de Faluya, una de las dos principales ciudades iraquíes en poder del EI.

Abdelwahab Al Saadi, el comandante del ejército iraquí a cargo de la operación, señaló que varios contingentes de las fuerzas de seguridad han alcanzado hasta ahora dos campamentos militares cerca de la ciudad, y estaban listos para atacar.

“Estas fuerzas romperán el cerco en Faluya, en las próximas horas será liberada de elementos del Daesh”, aseguró el líder militar.

La fuerza antiterrorista tiene la ciudad completamente rodeada, reportaron las autoridades iraquíes que añadieron que están ganando la batalla al EI, señaló Al Yazira.

“No hay resistencia, pero estamos aplastando muy rápidamente ... tenemos un impulso desde diferentes frentes,” afirmó el general Abdelamir al-Shimary, del Comando de Operaciones de Bagdad.

“La situación es cada día más crítica para los civiles”, afirmó el Consejo Noruego para los Refugiados.

[click para ver gráfico

->http://www.3.80.3.65/IMG/mk/infoLR/mun18310516A.jpg]

Triple ataque radical en

Bagdad deja 23 muertos

Atentados con bombas sacudieron la capital iraquí; se registraron 50 personas lesionadas en zonas comerciales de la ciudad

Redacción La Razón

Al menos, 23 personas murieron y unas 50 más resultaron heridas por ola de atentados con bombas que sacudieron zonas comerciales en varios puntos de Bagdad y sus alrededores, cuya autoría se atribuyó el grupo extremista Estado Islámico (EI).

Una fuente del Ministerio del Interior informó que tres ataques con bomba sacudieron dos puntos distintos del noroeste de Bagdad, mientras las tropas iraquíes libran una dura ofensiva para recuperar la ciudad de Faluya, en manos de los extremistas.

El atentado más letal se registró en el norteño distrito de Al-Shaab, de mayoría chiíta, donde un atacante suicida impactó un auto cargado de explosivos contra un puesto de control militar cerca de una zona comercial, provocando la muerte de al menos ocho civiles y dos militares.

El siniestro provocó heridas a otras 13 personas y graves daños materiales, destacó la fuente del ministerio iraquí del Interior.

“El coche bomba que estaba estacionado cerca del mercado de al-Shalalat en el distrito al-Shaab, al noreste de Bagdad, explotó al mediodía de hoy, matando a 11 personas e hiriendo a otras 13”, destacó la fuente, que pidió permanecer en el anonimato.

Ambulancias que acudieron a la zona transfirieron a los heridos a un hospital cercano para recibir tratamiento y los cadáveres al departamento de medicina forense, mientras que las fuerzas de seguridad acordonaron la zona del incidente y prohibieron acercarse.

Un segundo coche bomba estalló en un mercado al aire libre en la localidad de Tramilla, a unos 50 kilómetros al norte de la capital, matando a siete civiles y tres policías, indicó un agente de la policía local, agregando que otras 24 personas sufrieron lesiones.

En el distrito chiíta de City Sadr, en el este de Bagdad, una moto bomba estalló en un mercado concurrido del lugar, cobrando la vida de tres personas e hiriendo a otras 10, dos de ellas de gravedad, según un portavoz de la policía local.

Se cree que los atentados hayan sido una táctica empleada por la milicia radical, para distraer la atención de las fuerzas de seguridad del frente de batalla en Faluya.

A través de un comunicado publicado en varios sitios de propaganda yihadista y redes sociales de Internet, EI se atribuyó la autoría de los ataques apuntando que su objetivo eran miembros de las milicias chiitas y una oficina gubernamental.

El Estado Islámico surgió en 2003 como una rama de la red Al Qaeda, aunque después se separó y tomó el control de amplias zonas de Siria e Irak, en donde en junio de 2014 estableció un califato que encabeza su líder al Abu Bakr al Baghdadi.

Temas: