Abren vía a Xi para perpetuarse en el poder; hacen de su doctrina, ley

Foto: larazondemexico

La Asamblea Nacional Popular (ANP) –parlamento chino– aprobó ayer con una sola votación el conjunto de 21 enmiendas constitucionales propuestas, entre las que figura la eliminación del límite de dos mandatos consecutivos de cinco años ,cada uno para los presidentes del país. El resultado de la votación fue de dos mil 958 votos en favor, dos en contra y tres abstenciones.

En octubre del año pasado, en el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista chino (PCCh), el presidente del país, Xi Jinping, renovó su liderazgo para otros cinco años más. Entonces, aseguró que su meta era convertir a China en “un líder global en cuanto a fortaleza nacional e influencia internacional” para 2050. Lo que no especificó en aquel cónclave es que ese objetivo vendría encarnado en su persona y, para asegurárselo, debería modificar la constitución del país, un cambio que acabaría con la única dictadura del mundo, hasta la fecha, con límites de mandato.

El Dato: Xi tiene bajo sus órdenes a grupos de trabajo en: seguridad nacional y ciberespacio, economía y finanzas...

Desde que llegara al poder en 2012, Xi abrazó “la visión de una China y un Partido Comunista chino fuertes, y esta decisión de extender los límites del mandato presidencial reflejan las demandas de tener un líder que respalde esos objetivos políticos”, explicó a La Razón Lauren Dickey, candidata a doctorado de Estudios de Guerra en el King’s College de Londres.

Para lograr esas metas, de puertas para adentro, el astuto Xi supo cómo ganarse al público al tiempo que eliminó a posibles rivales con su campaña contra la corrupción y, de cara al exterior, se presentó como defensor de la globalización, del cambio climático y de los tratados de comercio internacionales mientras Washington abandonaba ese papel.

“La China de Xi no es esperar a ser una gran nación, es serlo ya”, escribía recientemente en este diario Kerry Brown, director del Instituto Lau China en la misma institución londinense. Nada tiene que ver la China que antaño se conocía con la de ahora.

El Estado vigilante, cada vez mejor equipado con sistemas de inteligencia artificial y de reconocimiento facial, controla los movimientos de sus ciudadanos tanto en las calles como en su vida virtual y aplasta cualquier intento de disidencia. Ahora, parece que la era de Xi aún lo pondrá más difícil. La ANP tiene previsto aprobar también estos días la creación de un nuevo cuerpo, la Comisión Nacional de Supervisión, que vigilará a tres veces más ciudadanos que hasta ahora y que seguro ayudará al secretario general del PCCh a lidiar con los retos venideros.

Entre ellos, reforzar el cada vez mayor papel del país en la escena internacional. La continuidad de la nueva ruta de la seda, que le ha abierto las puertas de multitud de países en los que ha anunciado préstamos e inversiones diez veces mayores que los del Plan Marshal, según algunas estimaciones; o la modernización del Ejército, con la que ha convertido al gran dragón en el segundo mayor inversor del mundo en materia militar, son dos de las apuestas personales de Xi con las que está decidido a liderar el mundo. La inversión en diplomacia y los acuerdos de libre comercio que mantiene con 21 países también se ampliarán.

Principios del “pensamiento Xi”

Éstas son las bases de su política comunista:

Garantizar el liderazgo del Partido sobre todo el trabajo

Comprometerse con un enfoque centrado en la sociedad

Continuar con una reforma profunda

Adoptar una nueva visión para el desarrollo

Ver que la sociedad es la que gobierna el país

Garantizar que cualquier área de gobierno está basada en el derecho

Defensa de los valores socialistas

Garantizar y mejorar las condiciones de vida de la sociedad a través del desarrollo

Garantizar la armonía entre el humano y la naturaleza

Perseguir un enfoque global para la seguridad nacional

Defender el principio de “un país, dos sistemas” y promover la reunificación nacional

En el terreno financiero, la segunda economía del planeta deberá emprender nuevas reformas que dirijan el modelo de crecimiento basado en deuda financiada con crédito hacia algo más sostenible. Sin embargo, muchos dudan de que el también presidente de la Comisión Militar Central se arriesgue con un modelo que no combine el crecimiento rápido y la sostenibilidad. Eliminar la pobreza y la contaminación en las zonas rurales, frenar el envejecimiento de una población con un índice de natalidad que no repunta o apuntalar los sistemas de seguridad social y sanidad se mostrarán claves en el éxito del que algunos se han atrevido a llamar el nuevo emperador.

No obstante, como asegura el experto Lauren Dickey, “será fundamental observar cómo gestiona el tiempo un Xi a quien el cúmulo de títulos le puede dar la presidencia indefinidamente, pero no las herramientas para superar los crecientes desafíos a nivel nacional e internacional”.

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