Corea del Norte liberó ayer a los tres estadounidenses que permanecían detenidos en el país asiático, un gesto que Donald Trump considera “de buena voluntad”.
“Me complace informales de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, está en el aire y de vuelta de Corea del Norte con los tres maravillosos caballeros que todo el mundo está deseando ver. Perece que están en buen estado de salud”, anunció Trump en su cuenta de Twitter. Según explicó el presidente de EU, Pompeo junto a sus “invitados”, Kim Dong Chul, Tony Kim y Kim Hak Song aterrizaron anoche en la base de Sant Andrews.
[caption id="attachment_737547" align="alignnone" width="924"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
En un país como EU, la liberación de rehenes no es una cuestión baladí. Recuperar con vida a un compatriota de un territorio hostil es sinónimo de éxito. Y Donald Trump ayer sumó otro trofeo para su vitrina. A través de su red social favorita, el presidente se encargó de anunciar la liberación de tres ciudadanos estadounidenses —Kim Dong Chul, Kim Hak Song y Kim Sang Duk— que Corea del Norte encarceló en los años 2015 y 2017 bajo acusaciones de espionaje y actos hostiles.
Trump también aseguró que la reunión de su canciller con Kim Jong-un estuvo bien y se fijó una fecha y un lugar para el histórico encuentro entre los líderes de Norcorea y Estados Unidos. Por otro lado, en un mensaje en esta misma red social, Pompeo confirmó que mantuvo “encuentros productivos en Pyongyang con Kim Jong-un, en lo que hubo progresos”.
[caption id="attachment_737548" align="alignleft" width="474"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
En un comunicado posterior, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, confirmó la liberación de los tres estadounidenses, “que parecen estar en buen estado de salud y pudieron subir por su propio pie al avión”, informa Ep.
La liberación de los tres ciudadanos estadounidenses detenidos por el régimen norcoreano era esperada, toda vez que Washington la había venido reclamando como señal de buena voluntad por parte de Pyongyang de cara a la cumbre entre los líderes de los dos países.
Corea del Sur celebró la liberación de los tres ciudadanos estadounidenses y solicitó a Corea del Norte la liberación de seis surcoreanos a los que tiene detenidos el régimen norcoreano. “Damos la bienvenida a la decisión de Corea del Norte de devolver a los tres cautivos estadounidenses”, señaló en un comunicado el portavoz de la Presidencia surcoreana, Yoon Young Chan, quien consideró que es “significativo el que los tres detenidos estadounidenses sean de descendencia coreana” y que será “un factor muy positivo en el éxito de la cumbre” entre Trump y Kim.
El Dato: Trump descartó ayer que la zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas pueda ser la sede de su próxima reunión con el líder norcoreano.
El régimen ha detenido durante mucho tiempo a los ciudadanos para usarlos como moneda de cambio. En el pasado, la detención y posterior liberación de estadounidenses ha brindado a Pyongyang cierta ventaja en las negociaciones con Washington. Uno de los más recordados, el viaje de Bill Clinton a la capital para liberar a dos periodistas condenados a 12 años de trabajos forzados por cruzar ilegalmente la frontera. Aquel gesto también fue interpretado como un nuevo comienzo en las relaciones entre los dos países.
Moon teje alianzas con Japón y China
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, partió hacia Tokio ayer para reunirse con los primeros ministros chino y japonés, Li Keqiang y Shinzo Abe. En su primer viaje a Japón como mandatario, aprovechará para presentar el resultado de la Cumbre Intercoreana 2018.
Durante una reunión tripartita de máximo nivel, los tres mandatarios analizaron la cooperación para desnuclearizar la península coreana y el arraigo de una paz perpetua y se prevé que al finalizar el encuentro, los participantes expresarán su apoyo a la Declaración de Panmunjeom, firmada durante la reciente cumbre entre las dos Coreas.
Este apoyo queda explícitamente reflejado en una declaración especial, que podría suponer un fuerte respaldo al rol de intermediador que actualmente asume el mandatario surcoreano, sobre todo para acortar distancias entre Corea del Norte y Estados Unidos en cuanto a las vías para lograr la desnuclearización.
Asimismo, abordaron el establecimiento de un sistema de paz en el noreste asiático y la cooperación internacional en seguridad cibernética.

