El coordinador de ayuda de emergencia de las Naciones Unidas, Tom Fletcher, exigió, ayer, a Israel levantar el bloqueo humanitario impuesto sobre la Franja de Gaza, al considerar que obstruir la entrada de ayuda constituye un “cruel castigo colectivo” contra la población civil.
La declaración ocurre tras el saqueo de una oficina de campo de la UNRWA, ocurrida la noche del miércoles, cuando miles de palestinos desesperados irrumpieron en busca de medicamentos. Aunque hubo daños materiales a vehículos de la agencia, no se reportaron heridos entre el personal. Según la ONU, el incidente refleja la desesperación extrema causada por el cerco prolongado y la devastación del sistema humanitario local.
- El Dato: Las reservas de alimentos de la ONU se han agotado y los grupos de ayuda afirman que miles de niños palestinos están desnutridos.
Desde el fin del alto el fuego en marzo, Israel ha impedido el ingreso de ayuda humanitaria al enclave, que intensifica una crisis que, según OCHA, ha dejado a dos millones de personas sin acceso suficiente a comida, agua y atención médica. Los hospitales informan de un alarmante aumento en la desnutrición infantil, mujeres embarazadas y recién nacidos con bajo peso, mientras más de 3 mil camiones con suministros esenciales permanecen varados fuera del territorio.

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Israel justifica el bloqueo como una medida de presión contra Hamas, que aún mantiene a 59 rehenes tras los ataques del 7 de octubre de 2023, en los que murieron alrededor de 1,200 personas en Israel. Sin embargo, la ONU y diversas agencias humanitarias advierten que condicionar la ayuda a objetivos militares viola el derecho internacional.
“La ayuda, y las vidas civiles que salva, nunca deberían ser moneda de cambio”, subrayó Fletcher. “Bloquear la ayuda mata de hambre a los civiles. Los deja sin atención médica básica. Los despoja de su dignidad y esperanza”.
- 3 mil camiones de ayuda con suministros están retenidos
El Ministerio de Salud de Gaza, por su parte, reportó que más de 52,400 palestinos han muerto desde el inicio de la guerra, incluidos más de 2,300 desde la reanudación de los ataques en marzo. Más de la mitad de las víctimas son mujeres y niños, según los datos disponibles, aunque Israel sostiene que al menos 20 mil de los fallecidos eran militantes.
En medio del creciente colapso humanitario, el Reino Unido también se sumó a los llamados internacionales para permitir el ingreso inmediato de ayuda. “El sistema sanitario en Gaza está al borde del colapso”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores británico en una publicación en X. “Se debe permitir la entrada de ayuda, proteger al personal médico y facilitar el traslado de los heridos”.
La ONU advirtió que las propuestas israelíes para hacerse cargo de la distribución de la ayuda, incluido el uso de empresas privadas, no cumplen con los principios humanitarios básicos de neutralidad e imparcialidad.
Los bombardeos continúan. Solo en las últimas 24 horas, se confirmaron al menos 26 nuevas muertes en Gaza, incluidas las de tres niños y tres mujeres. En una región asediada y al límite de su resistencia, la ayuda humanitaria es el último hilo de esperanza.

