La guerra aérea entre Israel e Irán entró en su segunda semana con una intensidad alarmante, y con ella el temor a un conflicto regional más amplio. Mientras ambos países intercambian ataques casi a diario, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que decidirá en dos semanas si su país se involucra directamente. La decisión, dijo, dependerá de la posibilidad de reactivar las negociaciones nucleares con Teherán. Su portavoz, Karoline Leavitt, leyó la declaración donde mencionó una “oportunidad sustancial” para regresar a la diplomacia.
Desde el inicio de los bombardeos israelíes el viernes pasado, dirigidos contra centros nucleares, instalaciones militares y líderes estratégicos iraníes, la cifra de muertos en Irán supera los 657, entre ellos 263 civiles, según datos de la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos. Irán respondió lanzando más de mil drones y 450 misiles hacia territorio israelí. Las defensas aéreas de Israel han interceptado la mayoría, pero al menos 24 personas han muerto y cientos más han resultado heridas.
Uno de los ataques más polémicos fue el impacto de un misil iraní en el Centro Médico Soroka, en Beersheba, que dejó al menos 240 heridos, entre ellos 80 miembros del personal médico. Según el Ministerio de Defensa de Israel, uno de los misiles balísticos llevaba municiones de racimo, altamente peligrosas para la población civil. Irán afirmó que el blanco real era una instalación militar cercana, vinculada a la unidad tecnológica C4i.

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- El Dato: La decisión de Trump podría marcar un punto de inflexión que puede llevar a un riesgo real de una guerra regional que reconfigure el equilibrio de poder en Medio Oriente.
El hospital Soroka había activado su plan de emergencia días antes, trasladando pacientes a áreas subterráneas y con adaptaciones en estacionamientos como salas de atención. El impacto dañó quirófanos, sistemas de ventilación, gas y agua. El centro, que atiende a cerca de un millón de personas, fue cerrado para todos los pacientes excepto los que presentaban riesgo vital.
A su vez, aviones israelíes bombardearon instalaciones clave del programa nuclear iraní: las plantas de Natanz, Isfahán y el reactor de agua pesada en Arak, donde se presume que Teherán podría desarrollar plutonio para armas nucleares. Aunque el gobierno iraní aseguró que no hubo fugas radiactivas, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha perdido la “continuidad del conocimiento” sobre las reservas de agua pesada y la producción.
- 240 personas heridas dejó el ataque iraní de ayer en Tel Aviv
Diplomacia bajo presión. Por su parte, el primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que Israel puede eliminar todas las instalaciones nucleares de Irán con o sin la ayuda de Washington. Aunque afirmó que el cambio de régimen en Teherán no es un objetivo declarado, dijo que “podría ser una consecuencia natural”. Al mismo tiempo, el líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, rechazó cualquier posibilidad de rendición y advirtió que una intervención estadounidense causaría “daños irreparables”.
La tensión ha paralizado los contactos directos entre Washington y Teherán. Las conversaciones nucleares previstas para el domingo fueron canceladas. Mohammad Bagher Qalibaf, presidente del Parlamento iraní, acusó a Trump de usar la amenaza militar como táctica de negociación. “No puede imponernos la paz imponiéndonos la guerra”, dijo ante medios locales.
Desde le viernes pasado, las ciudades iraníes como Rasht, Teherán e Isfahán han reportado fuego antiaéreo. El internet cortado en varias regiones dificulta la circulación de advertencias previas emitidas por Israel para evacuar zonas industriales. Aunque ha intentado advertir a civiles antes de sus ataques, los resultados son inciertos.
- 263 civiles han muerto en Irán por ataques de Israel
Europa intenta evitar una expansión mayor del conflicto. El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, se reúne este viernes en Ginebra con su homólogo iraní Abbas Araghchi y representantes de Alemania y Francia. “Es urgente evitar una escalada que desestabilice aún más Oriente Medio”, señaló. Rusia y China también han condenado los bombardeos israelíes y exigido una desescalada inmediata.
Mientras tanto, en Washington, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff se mantienen en contacto con diplomáticos europeos e iraníes para mediar en una posible reanudación del diálogo. Witkoff ha hablado con Araghchi en varias ocasiones durante los últimos días.
Trump, por su parte, ha alternado entre amenazas militares y llamados a la negociación. Aunque ha considerado atacar directamente el sitio nuclear de Fordow, enterrado bajo una montaña y considerado inaccesible sin bombas antibúnkeres, también ha señalado que su decisión final responderá a lo que convenga a los intereses de Estados Unidos.
- El Tip: El presidente del Parlamento iraní, Mohammad Bagher, criticó a Trump por usar la presión militar para obtener ventaja en negociaciones.
“Yo haré lo mejor para Israel, y él hará lo que sea bueno para Estados Unidos”, declaró Netanyahu, refiriéndose al presidente Trump. Ambos coinciden en que aún sin intervención directa, Washington ya está “ayudando mucho” mediante cooperación militar y estratégica.
Mientras tanto, la televisión estatal iraní reportó ayer un ataque israelí contra el reactor de Arak. Aunque Irán afirmó que evacuó el lugar previamente, la falta de acceso del OIEA impide verificar de manera independiente los daños o el nivel de riesgo. Ali Akbar Salehi, exjefe del programa nuclear iraní, había advertido desde 2019 que Teherán mantenía repuestos clave para ese reactor, a pesar del concreto vertido tras el acuerdo nuclear de 2015.
La guerra continúa sin señales claras de cese. Las declaraciones oficiales de ambos lados coinciden en la determinación de resistir.
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