El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió que teme una tercera guerra mundial, al referirse al conflicto en Medio Oriente y a la ofensiva que mantiene con su vecino, al tiempo que proclamó que “toda Ucrania es nuestra”.
Consultado expresamente por un periodista, respodió: “Me preocupa. Lo digo sin ninguna ironía y sin bromas. Existe un gran potencial de conflicto que está creciendo. Y, en nuestras mismas narices, esto nos concierne directamente, el conflicto que sufrimos en Ucrania, lo que está ocurriendo en Oriente Medio”.
Al responder preguntas sobre distintos temas en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, añadió: “Y, por supuesto, nos preocupa mucho lo que pasa en torno a las instalaciones nucleares de Irán. Nos inquieta a lo que puede llevar”.

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Ante ello, llamó a buscar “soluciones preferiblemente por medios pacíficos” que garanticen el derecho iraní a un programa nuclear civil y satisfagan las necesidades de seguridad de Israel.
Respecto a Irán, aseguró que Moscú cumple todos sus compromisos con su aliado, pero descartó una implicación rusa: “Siempre cumplimos nuestros compromisos y lo mismo pasa en las relaciones ruso-iraníes. Apoyamos a Irán en la lucha por sus intereses legítimos, incluyendo su lucha por un átomo pacífico”.
Después de que Trump rechazara esta semana una posible mediación rusa, Putin negó que Moscú busque mediar, “simplemente proponemos ideas. Y si resultan atractivas para ambos países, nos alegraremos. Nuestras propuestas se están estudiando actualmente. Mantenemos contactos con nuestros amigos iraníes casi a diario, así que veremos”.
Sobre Ucrania, Putin admitió que Rusia aún tiene grandes ambiciones territoriales en su vecino: “Ya lo he dicho muchas veces, considero que los pueblos ruso y ucraniano son el mismo pueblo. En ese sentido, toda Ucrania es nuestra”.
Recordó que en Rusia existe, “no un dicho ni una parábola, sino una regla antigua: allí donde pisa la bota de un soldado ruso es nuestro”.
De hecho, aseguró que no descarta conquistar también la región ucraniana de Sumi (norte), donde el ejército ruso ha creado ya una franja de seguridad de 10 a 12 kilómetros de ancho: “Lo siguiente es Sumi. La capital regional (…) No tenemos tal objetivo: conquistar Sumi. Pero, en principio, no lo descarto”.
Insistió en que, al contrario de lo que dijo con respecto a Irán el presidente Trump, Moscú no busca la rendición total de su enemigo, y subrayó que “nunca” puso en duda el derecho de Ucrania a la soberanía, aunque siempre recordando que cuando se independizó, proclamó su neutralidad y su renuncia a las armas nucleares.
“Esta situación no es la misma, sino fundamentalmente diferente (…) Nosotros no buscamos la capitulación de Ucrania, insistimos en el reconocimiento de la realidad creada sobre el terreno”, es decir, el campo de batalla, afirmó.
