El gobierno de Israel cerró los pasos fronterizos hacia el norte de la Franja de Gaza, interrumpiendo el flujo de asistencia humanitaria a una zona donde más de un millón de personas enfrentan condiciones críticas. Esta decisión se da en medio de una crisis alimentaria agravada, ataques constantes y un escenario de creciente condena internacional.
Durante los 12 días de enfrentamiento con Irán, más de 800 palestinos murieron en el enclave. El bloqueo impuesto en marzo y abril dejó a la Franja sin insumos básicos. Aunque Israel permitió parcialmente el ingreso de ayuda desde mayo, el cierre del cruce de Zikim ayer cortó de nuevo el acceso directo a las áreas más necesitadas.
El cierre coincide con el testimonio de líderes tribales que, ante la ausencia de garantías de seguridad, organizaron la protección de convoyes de alimentos. La Comisión Superior de Asuntos Tribales aseguró que su intervención no responde a intereses de facciones armadas, como Hamas, sino a una red comunitaria destinada a evitar saqueos. Sin embargo, imágenes difundidas por medios israelíes mostraron a hombres armados escoltando camiones, lo que llevó a Netanyahu a acusar a Hamas de apropiarse de los suministros.
- El Dato: Netanyahu enfrenta una presión interna, por la percepción de que su gobierno ha perdido el control de la gestión humanitaria y de la seguridad en Gaza.
Por su parte, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, expresó ante una cumbre de la Unión Europea que las acciones israelíes en Gaza podrían constituir un “genocidio”. Respaldó su declaración en un informe europeo que detecta indicios de violaciones al derecho humanitario, que incluye ataques a civiles y periodistas, destrucción masiva y bloqueo deliberado de ayuda.
A su vez, el portavoz de defensa civil de Gaza, Mahmud Bassal, denunció que 56 personas fueron abatidas por tropas israelíes ayer entre ellas seis que esperaban comida. Registros de hospitales y organizaciones humanitarias internacionales como la Cruz Roja corroboran cientos de heridos por disparos cuando intentaban recibir alimentos en las últimas semanas.
La Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos e Israel, es actualmente la única organización autorizada para distribuir ayuda. Sus centros de reparto están ubicados en el centro y sur del enclave, fuera del alcance del millón de personas del norte. La ONU y otras agencias han reportado dificultades extremas para operar, y la Organización Mundial de la Salud describió su reciente envío como “una gota en el océano”.
- 28 personas murieron en bombardeos nocturnos de ayer
Mientras tanto, el caos alimentario se intensificó con los saqueos. Según testigos, bandas y comerciantes han lucrado con productos robados. Para contrarrestarlo, grupos tribales comenzaron a escoltar convoyes. La policía de Gaza, con apoyo de la unidad Sahm, confiscó bienes saqueados y comenzó su redistribución. Sin embargo, un ataque aéreo israelí impactó una de estas entregas, mató a 18 personas, incluso miembros de la unidad y un niño.
Desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, más de 56 mil palestinos han muerto, la mayoría civiles, según datos locales. Israel, por su parte, ha perdido a más de 1,200 personas, la mayoría en el ataque inicial de Hamas. Hasta la fecha, el grupo aún retiene a 49 rehenes.
Ayer, 28 palestinos murieron en bombardeos nocturnos. En Gaza, miles de personas se congregaron en puntos de distribución para recibir harina. Hiba Khalil, madre de siete, dijo haber recibido alimento por primera vez en meses, expresó. Otros, como Umm Alaa Mekdad, relataron cómo antes los saqueadores les quitaban su parte: “Ahora al menos algo llega”, dijo.