Mientras la presión internacional aumenta y los bombardeos no cesan, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobló sus llamados a las partes en conflicto para alcanzar un acuerdo de alto al fuego en Gaza, una guerra que ya acumula 20 meses de enfrentamientos, decenas de miles de muertos y una crisis humanitaria sin precedentes. A su vez, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu busca mantener el control de una situación volátil que amenaza con profundizarse, mientras enfrenta un juicio por corrupción que ha sido aplazado por motivos diplomáticos.
Ayer por la mañana, Trump escribió en redes sociales: “¡Lleven a cabo un acuerdo en Gaza! ¡¡¡Recuperen a los rehenes!!!”, mensaje que reactivó las expectativas de una tregua, especialmente luego de que anunciara la posibilidad de un acuerdo en los próximos días. La Casa Blanca, junto con Egipto y Qatar, trabaja como mediador en las nuevas rondas de negociaciones, al buscar un cese al fuego de 60 días, liberación parcial de rehenes y canje por prisioneros palestinos.
Ron Dermer, asesor de Netanyahu, tenía planeado viajar a Washington esta semana para dialogar sobre un eventual acuerdo, lo que reforzó las conjeturas de un giro en la estrategia israelí. Incluso, se contempla una próxima visita del propio Netanyahu a la capital estadounidense, en un intento por afianzar la coordinación diplomática en medio del conflicto con Hamas y las consecuencias regionales derivadas de la confrontación con Irán.

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- El Dato: Hamas reafirmó ayer su disposición a retomar conversaciones bajo la condición de terminar la guerra y retirar completamente las tropas israelíes del enclave.
Sin embargo, dentro del liderazgo palestino persiste el escepticismo. “Desde el inicio de la guerra, nos prometieron lo mismo: liberen a los rehenes y acabaremos con la guerra. Pero no ha ocurrido”, lamentó Abdel Hadi Al-Hour, desplazado en Gaza.
Nueva ola de violencia. Pese al renovado impulso diplomático, la realidad sobre el terreno sigue marcada por el fuego israelí. Ayer por la noche, un bombardeo de Tel Aviv alcanzó una vivienda en Jabaliya al-Nazla, donde se refugiaban desplazados, que causó al menos 15 muertes, entre ellas varias mujeres y niños, según informó el Ministerio de Salud de Gaza.
En total, las autoridades gazatíes reportaron 88 muertes más en las últimas 24 horas, lo que eleva el número de víctimas palestinas a más de 56,500 desde el 7 de octubre de 2023. En tanto, en el Hospital Nasser, en Khan Younis, se apilaban cuerpos de víctimas de los últimos bombardeos. “Hace un mes, Israel nos dijo que Al-Mawasi era una zona segura. Tres de mis hijos murieron allí”, denunció Zeyad Abu Marouf. El acceso a alimentos, medicamentos y agua potable sigue limitado, y la ONU estima que más de 4 mil niños requieren evacuación médica inmediata al extranjero.
El ataque militar israelí, lanzado tras la ofensiva inicial de Hamas que mató a 1,200 personas y capturó a 251 rehenes, ha devastado la infraestructura civil, desplazado a casi 2.3 millones de personas y generado un colapso total de los servicios básicos, incluidas las instalaciones médicas y la distribución de ayuda humanitaria.
- El Tip: Las siguientes semanas se verá si los actores del conflicto transforman la retórica en resultados o si Gaza seguirá en guerra.
PREPARAN AVANCE. En tanto, Israel ordenó una nueva evacuación masiva en el norte del enclave, que abarca barrios del este de Gaza y el campo de refugiados de Jabaliya, en preparación para un avance hacia el centro urbano. “Las operaciones militares se intensificarán y se extenderán hacia el oeste, hasta el corazón de la ciudad”, advirtió el vocero del ejército, coronel Avichay Adraee, reiteró que los civiles deben dirigirse hacia la zona de Muwasi, en el sur. Sin embargo, tanto la ONU como funcionarios palestinos aseguran que “ningún lugar en Gaza es seguro”.
El ejército israelí sostuvo que la reubicación de la población palestina hacia el sur permite a sus fuerzas operar con mayor efectividad contra las “capacidades terroristas” de Hamas, aunque organizaciones de derechos humanos advierten que dicha práctica constituye un desplazamiento forzado.
En tanto, uno de los principales problemas en las negociaciones es el desacuerdo sobre el fin de la guerra. Mientras Hamas exige el cese total de hostilidades y la retirada de las tropas israelíes como condición para liberar a los rehenes restantes, se estima que sólo 20 de los 50 siguen con vida, Israel insiste en que no detendrá su ofensiva hasta que el grupo terrorista se desarme, rinda y sus líderes se exilien.
Mahmoud Merdawi, dirigente de Hamas, acusó a Netanyahu de bloquear el progreso. Afirmó que Israel sólo busca un pacto temporal que libere a una pequeña fracción de rehenes. A su vez, Omer Dostri, vocero del gobierno israelí, responsabilizó al grupo como el principal impedimento para la paz en el enclave.
Mientras tanto, el magnate arremetió contra el proceso judicial de Netanyahu, lo calificó de “caza de brujas política”. El Tribunal de Distrito de Jerusalén aplazó el testimonio del primer ministro por motivos de seguridad y diplomacia, tras recibir informes de inteligencia del Mossad y el ejército. El mandatario estadounidense llegó a publicar en su red Truth Social: “Es una locura lo que los fiscales descontrolados le están haciendo a Bibi Netanyahu”.
Trump incluso sugirió que el juicio podría interferir con las negociaciones de alto al fuego y añadió que Netanyahu “está ahora en el proceso de negociar un acuerdo con Hamas”. La publicación fue retuiteada por el propio Netanyahu, quien agradeció públicamente el respaldo: “¡Juntos haremos que Oriente Medio vuelva a ser grande!”.
Por su parte, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo ayer que la guerra de 12 días con Irán había creado oportunidades para Israel, y la primera fue el regreso de los rehenes retenidos en Gaza por militantes palestinos que atacaron a Israel el 7 de octubre de 2023.
Sus comentarios, junto con el aplazamiento por parte del Tribunal de Distrito de Jerusalén de su testimonio esta semana en su prolongado juicio por corrupción, dieron lugar a especulaciones de que se podrían lograr avances para poner fin al conflicto de Gaza y asegurar la liberación de los rehenes.
El tribunal aceptó ayer la solicitud de Netanyahu de aplazamiento.


