Dos bomberos murieron y uno resultó herido tras ser emboscados por francotiradores ayer mientras combatían un incendio en Canfield Mountain, al norte de Coeur d’Alene, Idaho, Estados Unidos.
El ataque, calificado por el gobernador Brad Little como “atroz”, ocurrió cuando los equipos respondían al fuego y comenzaron a recibir disparos, lo que generó una caótica escena. Tres víctimas fueron trasladadas al Hospital Kootenai, donde dos fueron declaradas muertas.
El sheriff del condado de Kootenai, Bob Norris, confirmó que sus agentes también fueron blanco de disparos y que el atacante, armado con un rifle de alto poder, parecía ocultarse en el terreno montañoso.
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La orden de confinamiento fue levantada tras hallar el cuerpo de un hombre armado, aunque no se ha confirmado si es el responsable.
El FBI y fuerzas locales continúan la investigación. Líderes estatales y ciudadanos expresaron consternación y apoyo a las familias afectadas. El incendio sigue activo.
