La mañana del jueves 24 de julio de 2025 se registró un trágico accidente aéreo en la región de Yamalia-Nenetsia, en el norte de Rusia.
Un avión Antonov An-24, operado por la aerolínea regional Siberian Light Aviation (SiLA), fue encontrado en llamas, por lo que, se confirmó que no hubo sobrevivientes.
¿Cómo fue el accidente del An-24?
De acuerdo con medios locales y autoridades rusas, el avión realizaba una ruta entre la ciudad de Utrenny y la localidad de Krasnoselkup.
Sin embargo, durante el trayecto, los pilotos reportaron fallas técnicas, por lo que decidieron realizar un aterrizaje de emergencia en una pista de tierra.
En el intento por descender, el avión chocó contra el terreno de forma brusca, lo que provocó que el fuselaje se partiera en dos y la cabina de mando se desprendiera por completo. En las imágenes difundidas por las agencias de rescate se observa la nave completamente dañada y una columna de humo elevándose desde los restos.
¿Qué tipo de avión era el An-24?
El Antonov An-24 es una aeronave de origen soviético que fue diseñada en los años 50 por la oficina de diseño Antonov, con sede en Ucrania.
Su propósito era operar vuelos de corta y media distancia, especialmente en regiones remotas con poca infraestructura aeroportuaria, lo que la hacía ideal para el vasto territorio ruso.
Estas son algunas de sus características principales:
- Capacidad: entre 44 y 52 pasajeros.
- Motores: dos turbopropulsores Ivchenko AI-24, capaces de alcanzar velocidades de hasta 500 km/h.
- Autonomía: alrededor de 2,400 kilómetros.
- Altura de vuelo: hasta 8,000 metros.
- Primera entrada en servicio: 1962.
- Uso frecuente: en zonas rurales o de difícil acceso, como Siberia, Asia Central o el Ártico ruso.
Aunque muchos An-24 han sido retirados del servicio comercial en otros países por su antigüedad, en Rusia todavía se utilizan en vuelos regionales, sobre todo donde otras aeronaves más modernas no pueden aterrizar.
¿Qué sigue tras el accidente?
El Comité de Aviación de Rusia ya abrió una investigación para determinar las causas del accidente, aunque las primeras hipótesis apuntan a un fallo técnico en pleno vuelo. También se analizarán las condiciones climáticas de la zona, así como los protocolos de seguridad seguidos por la aerolínea.
Este siniestro revive el debate sobre el uso de aeronaves antiguas en zonas remotas de Rusia, ya que el An-24 ha protagonizado varios accidentes en las últimas décadas. Aunque es una nave robusta, su diseño tiene más de 60 años y muchos expertos cuestionan si aún es segura para el transporte de pasajeros.
Mientras tanto, las autoridades han decretado luto en la región de Yamalia-Nenetsia, y familiares de las víctimas ya están siendo atendidos por personal de emergencias.