Más de mil personas murieron el pasado domingo en un deslizamiento de tierra que destruyó una aldea en las montañas Marra, al oeste de Sudán, según informó ayer el Movimiento/Ejército de Liberación de Sudán (SLM) grupo que controla la zona. Sólo un sobreviviente fue hallado tras el desastre luego de intensas lluvias. En un comunicado, el SLM pidió a Naciones Unidas y a agencias humanitarias ayuda para recuperar los cuerpos de hombres, mujeres y niños, al advertir que el pueblo quedó “completamente arrasado”.
Por su parte, el gobernador de Darfur, Minni Minnawi, calificó el hecho como una tragedia humanitaria que “supera las fronteras de la región” y reclamó asistencia internacional urgente. Sin embargo, gran parte de Darfur permanece inaccesible por la guerra que desde hace tres años enfrenta al ejército sudanés y a las Fuerzas de Apoyo Rápido, con combates intensificados en El-Fasher. El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y millones de desplazados, lo que agrava la crisis humanitaria.

