Estados Unidos enfrenta su primer posible cierre del gobierno federal desde hace siete años, debido a la falta de un acuerdo presupuestario entre republicanos y demócratas en el Congreso.
Si persiste el impasse, el llamado government shutdown, o cierre parcial del gobierno, podría ocurrir a partir de las 00:01 horas del miércoles 1 de octubre, lo que dejaría sin fondos a agencias y servicios considerados no esenciales.
Durante un cierre de gobierno, empleados esenciales trabajan sin sueldo hasta que se apruebe cualquier proyecto de ley de financiación; no obstante, podría ser menos grave debido a los recortes del personal federal en lo que va de la segunda administración de Donald Trump.
Muchas operaciones gubernamentales se suspenden temporalmente, aunque servicios como defensa, seguridad nacional y atención médica pueden continuar operando con normalidad.
Es un escenario frecuente en Estados Unidos cuando las negociaciones presupuestarias se estancan, especialmente en contextos de polarización política.
Aunque actualmente ya fue aprobado un proyecto de ley por la Cámara de Representantes, que mantendría la financiación del gobierno durante siete semanas más, en el Senado los republicanos no tienen los votos suficientes para que el gobierno siga funcionando, pues necesitan al menos 60.
Los demócratas del Senado afirman que no la aprobarán a menos que los republicanos incluyan la prórroga de los beneficios de salud, entre otras exigencias, mientras que el presidente Donald Trump y los republicanos se niegan a negociar, argumentando que se trata de un proyecto de ley sencillo y sin controversia.
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cehr