El expresidente francés Nicolas Sarkozy comenzó ayer a cumplir una condena de cinco años en la prisión de La Santé, en París, tras ser hallado culpable de conspiración criminal para financiar su campaña electoral de 2007 con fondos provenientes de Libia. Con 70 años, se convierte en el primer exlíder de la Francia moderna en ingresar a prisión, un hecho sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Acompañado por su esposa, la cantante y modelo Carla Bruni-Sarkozy, el exmandatario francés salió de su residencia parisina frente a una multitud de simpatizantes que lo aplaudió y vitoreó, coreando su nombre y entonando el himno nacional. La pareja caminó lentamente para saludar a familiares, incluidos hijos y nietos, antes de subir a un coche patrulla que lo trasladó al centro penitenciario.
- El Dato: El ingreso de Sarkozy a La Santé marca un hito histórico en Francia, que refleja la fortaleza del sistema judicial y la fractura de opiniones dentro del país.
La sentencia, dictada el pasado 25 de septiembre, acusa a Sarkozy de usar su cargo como presidente y ministro del Interior para orquestar la corrupción a nivel más alto, al planificar la financiación de su campaña con dinero de Libia bajo el liderazgo de Muammar Gaddafi. Aunque fue absuelto de recibir o utilizar personalmente esos fondos, la justicia francesa lo condenó por conspiración.
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Sarkozy mantiene que es víctima de un complot político y calificó el veredicto como un “escándalo judicial”. Minutos antes de ingresar a La Santé, publicó en X que “un hombre inocente está siendo encarcelado” y prometió “denunciar este escándalo” mientras asegura que la verdad prevalecerá. El expresidente llevará tres libros durante su encierro, incluyendo El Conde de Montecristo, una obra que narra la injusticia de un hombre encarcelado y su plan de venganza, reflejando su postura ante la condena.
El exlíder francés será recluido en régimen de aislamiento, permanecerá separado del resto de los internos por motivos de seguridad. Sus abogados confirmaron que estará en una celda individual, contará con acceso a televisión y teléfono fijo, y tendrá permiso para mantener contacto limitado con el exterior. La medida responde a precauciones por la notoriedad del recluso y la sensibilidad del caso.
- 5 años pasará en prisión el exmandatario francés
El encarcelamiento generó reacciones encontradas en Francia. Mientras los aliados políticos y simpatizantes de Sarkozy denuncian “una grave injusticia”, la derecha conservadora y ciudadanos comunes se congregaron para mostrar respaldo al exmandatario. Bandas con mensajes de ánimo, así como el canto del himno nacional La Marsellesa acompañaron la llegada de Sarkozy a prisión.
En tanto, el presidente Emmanuel Macron se reunió con Sarkozy la semana pasada y calificó el encuentro como “normal a nivel humano” para mantener la tradición de respeto entre predecesores. Sin embargo, la visita del ministro de Justicia, Gerald Darmanin, generó críticas de partidos de izquierda, quienes consideraron que se podría comprometer la independencia judicial. Por su parte, el fiscal general Rémy Heitz advirtió sobre el riesgo de presiones externas que afecten la serenidad de la justicia y la independencia de los jueces.
El caso también evidencia un cambio en la actitud de Francia frente a los delitos de cuello blanco.

