Nancy Pelosi, la primera mujer en presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos, anunció que no buscará la reelección al Congreso en 2026, con lo que cierra así una carrera de casi cuatro décadas en el centro del poder legislativo estadounidense. La demócrata de 85 años, elegida por primera vez en 1987, deja una trayectoria marcada por enfrentamientos con el presidente Donald Trump, reformas históricas y una influencia sin precedentes dentro de su partido.
“Con un corazón agradecido, espero con ilusión mi último año de servicio”, escribió Pelosi en redes sociales. Su anuncio llegó apenas dos días después de que los votantes de California aprobaran la “Proposición 50”, una redistribución electoral que, aunque impulsada por el gobernador Gavin Newsom, representó su última gran cruzada política antes de despedirse.
- El Dato: Pelosi ha representado a parte del área de San Francisco en la Cámara de Representantes desde 1987. Este es su decimonoveno mandato.
Pelosi, originaria de Baltimore, hizo historia en 2007 al convertirse en la primera mujer en dirigir la Cámara de Representantes. Desde entonces, su liderazgo fue determinante en los principales hitos demócratas: apoyó la aprobación del Obamacare bajo la presidencia de Barack Obama y se opuso firmemente a la guerra en Irak durante su mandato de George W. Bush.

Redada migratoria en Nueva Orleans pone en riesgo a comunidad latina
Su carrera se vio impulsada por un pragmatismo político y una convicción ideológica. En los años 80 fue una voz pionera en la defensa de los derechos de las personas afectadas por el VIH/SIDA, especialmente en San Francisco, su distrito natal. Ya en el siglo XXI, su perfil evolucionó hacia el de una estratega que dominaba las complejas negociaciones legislativas con una disciplina férrea y un control absoluto de las filas demócratas.
- 85 años tiene Nancy Pelosi y 40 años en la Cámara
El vínculo entre Pelosi y Trump marcó una polarización política. La legisladora lideró los dos procesos de juicio político contra el presidente, en 2019 y 2021, aunque ambos fracasaron en el Senado. En respuesta a su retiro, el magnate no suavizó su tono: la calificó como “una mujer diabólica que hizo un mal trabajo” y afirmó que su salida era “un gran servicio al país”.
Entre los episodios más recordados con el magnate está el momento en que Pelosi rompió en dos el discurso del Estado de la Unión de Trump en 2020, gesto que describió como “lo más cortés que podía hacer” después de escuchar “tantas mentiras”. La imagen de 2019, cuando se enfrentó de pie al entonces presidente durante una reunión sobre Siria, se transformó en un símbolo de empoderamiento femenino.
Aunque Pelosi ya había entregado el mazo de presidenta en 2023, su influencia en la cúpula demócrata se mantuvo intacta. Fue una figura clave en la decisión del presidente Joe Biden de no buscar la reelección en 2024, abriendo paso a Kamala Harris como candidata del partido. No obstante, su permanencia en el Congreso generó tensiones con las nuevas generaciones demócratas, que reclamaban un relevo en el liderazgo.
Por su parte, el representante Hakeem Jeffries, de Nueva York, actual líder demócrata en la Cámara, la describió como “una figura icónica, legendaria y transformadora”. Para los más jóvenes, su salida representa una oportunidad de renovación; para los veteranos, el fin de un ciclo de poder y estrategia.
Pelosi se despedirá en enero de 2027, tras completar su vigésimo mandato.“Decir que Nancy Pelosi rompió el techo de cristal es quedarse corto”, afirmó Fatima Goss Graves, directora del Centro Nacional de Derecho de la Mujer.

