El Senado de Estados Unidos celebró ayer por la noche una votación decisiva para poner fin al cierre del gobierno que cumple ya 40 días, luego de que un grupo de senadores moderados, encabezado por Jeanne Shaheen, Maggie Hassan y Angus King, acordara respaldar un paquete bipartidista de financiación temporal. La propuesta busca reabrir las agencias federales hasta finales de enero.
En una votación de 60 a 40, ocho demócratas se unieron a los republicanos para impulsar la medida aprobada por la Cámara de Representantes, que había fracasado en 14 votaciones anteriores.
- El Dato: Los contornos del acuerdo comenzaron a perfilarse en los últimos días en medio de conversaciones bipartidistas para poner fin al cierre del gobierno.
Esta votación marca el inicio de lo que podría ser una larga serie de votaciones de procedimiento en el Senado, ya que cualquier senador puede retrasar el proceso. Una vez aprobada por el Senado, la Cámara de Representantes también tendría que aprobar la legislación antes de que el presidente la firme.
El acuerdo, impulsado por el líder de la mayoría, John Thune, incluye tres proyectos de ley de gasto anual y la reversión de los despidos masivos ordenados por la administración Trump. También garantiza el pago retroactivo a los más de 750 mil empleados afectados por la paralización gubernamental. Sin embargo, la exclusión de la prórroga de los subsidios de la Ley de Cuidado de la Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) provocó un profundo desacuerdo dentro del bloque demócrata.
- 60 votos aprobaron un proyecto de ley de financiación
Por su parte, el líder de la minoría, Chuck Schumer, rechazó el compromiso y lo calificó de “inaceptable”. En su intervención en el pleno, afirmó que el país “atraviesa una crisis sanitaria provocada por los republicanos” y advirtió que millones de estadounidenses “sufrirán enormemente” si no se mantiene la asistencia. Su postura fue respaldada por figuras progresistas como Bernie Sanders y Elizabeth Warren, quienes consideraron que ceder en este punto sería un “error político y moral”.
Mientras tanto, senadores como Tim Kaine, Dick Durbin y Catherine Cortez Masto defendieron el voto afirmativo, al considerar que el cierre prolongado perjudica más a los ciudadanos que una negociación aplazada. “Siempre he dicho que para ganarme su voto debemos encaminarnos hacia una solución que proteja tanto la salud como el trabajo de los estadounidenses”, declaró Kaine.
El consenso en el Senado, no obstante, no garantiza el final inmediato de la crisis. El paquete de financiación debe ser aprobado por la Cámara de Representantes y firmado por el presidente Donald Trump, quien se mostró optimista al afirmar que “parece que estamos muy cerca de que termine el cierre del gobierno”. El líder republicano en la Cámara, Mike Johnson, reiteró que no someterá a votación ninguna medida que amplíe los subsidios de salud.
Mientras que los demócratas de la Cámara reaccionaron con dureza. Greg Casar, presidente del Caucus Progresista, calificó el acuerdo como una “traición” a las familias que dependen de la ACA. “Aceptar sólo una promesa vacía no es un compromiso, es una capitulación”, publicó en la red X. Hakeem Jeffries, líder demócrata, responsabilizó directamente a Trump y a los republicanos del “desastre tóxico” que vive el país.
En tanto, ayer se cancelaron más de dos mil vuelos y se reportaron más de siete mil retrasos por la falta de personal de control aéreo, según el portal FlightAware. El Tesoro advirtió que los viajes durante el Día de Acción de Gracias podrían verse “drásticamente reducidos” si el gobierno no reabre en los próximos días.
Asimismo, a millones de familias les han suspendido sus prestaciones alimentarias del programa SNAP, mientras bancos de alimentos, reportan una demanda inédita. En Washington la organización anunció que distribuirá 8 millones de comidas adicionales.


