El avance de la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein representó un movimiento legislativo inusualmente rápido, pero también reveló una serie de tensiones entre la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca. Aunque la votación en la Cámara fue casi unánime, 427 votos a favor y sólo uno en contra, el trámite se detuvo cuando el presidente de la Cámara, Mike Johnson, decidió no enviar de inmediato el proyecto al Senado. La decisión desconcertó tanto a legisladores como a organizaciones de víctimas, que ven en esta legislación una herramienta clave para esclarecer décadas de encubrimientos y omisiones.
- EL DATO: EL ÚNICO VOTO en contra fue del republicano Clay Higgins, quien dijo que la legislación expondría a “miles de personas inocentes” mencionadas en los archivos.
La resistencia inicial de Johnson fue por su insistencia de incluir disposiciones adicionales para proteger detalles sensibles de las víctimas. Sin embargo, la votación dejó sin espacio para modificaciones. Poco después, la oficina de John Thune, líder de la mayoría del Senado, confirmó que la Cámara enviaría la documentación este miércoles, lo que permitiría activar un mecanismo expedito: una aprobación automática mediante consentimiento unánime, sin audiencias ni enmiendas. Este procedimiento excepcional se destrabó la noche previa, cuando Chuck Schumer solicitó el acuerdo bipartidista, al que ningún senador se opuso.
John Thune aseguró que la prioridad era facilitar la divulgación de información “lo más rápido posible”, luego de consultar con asesores legales sobre la viabilidad del proceso acelerado. Ese consenso fue importante para un giro a semanas de tensión entre las cámaras.

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El camino legislativo tuvo un cambio decisivo cuando el presidente Donald Trump abandonó su resistencia inicial a la iniciativa. Durante semanas advirtió que la publicación total de los documentos comprometería investigaciones en curso o expondría información sensible. Sin embargo, la presión de su propio partido, que le alertó del riesgo de una desbandada republicana durante la votación, lo obligó a cambiar de postura.
El detonante del cambio fue cuando los demócratas publicaron más de 20 mil correos electrónicos vinculados a Epstein, obtenidos a través de citaciones judiciales. Entre los archivos aparecían referencias directas a Trump, aunque ninguna lo señalaba por delitos. En varios intercambios, Epstein sugería que el entonces empresario tenía conocimiento de comportamientos inapropiados. El magnate negó todas las implicaciones, aseguró que su relación con Epstein se fracturó en la década de 2000 y reiteró que “jamás estuvo involucrado en absoluto”. No obstante, la difusión de los correos incrementó la presión pública.
- 21 Mil correos de Epstein publicaron los demócratas
Finalmente, el republicano declaró que apoyaba la publicación inmediata de los documentos y prometió firmar la ley en cuanto llegara a su despacho. El gesto calmó las tensiones entre republicanos, que buscaban una postura unificada frente a un debate que había escalado de manera abrupta durante los días previos.
- 427 Votos a favor y 1 en contra obtuvo la ley en la Cámara baja
Asimismo, una inusual alianza entre los representantes, Thomas Massie, republicano, y Ro Khanna, demócrata, surgió del impulso legislativo. Ambos encabezaron una ofensiva para forzar la votación mediante una “petición de descarga”, un mecanismo diseñado para sortear al liderazgo de la Cámara cuando este intenta bloquear una iniciativa.
Durante la semana previa, la petición reunió las firmas necesarias para obligar al pleno a votar. Este proceso expuso abiertamente la fractura dentro del liderazgo republicano, que intentó frenar la iniciativa con el argumento de que el proyecto necesitaba ajustes para proteger a víctimas y testigos. Sin embargo, la presión mediática, la expectativa pública y la participación activa de colectivos de sobrevivientes aceleraron el final.
En tanto, Thomas Massie afirmó que la maniobra fue necesaria porque “los ciudadanos tienen derecho a saber qué ocurrió, quién participó y cómo se permitió que Epstein operara durante tantos años sin mayores consecuencias”. Ro Khanna coincidió, subrayó que el caso no debía convertirse en una bandera partidista.
LOS CIUDADANOS tienen de recho a saber qué ocurrió, quién participó y cómo se permitió que Epstein operara durante tantos años sin mayores consecuenciasTHOMAS MASSIE Legislador republicano
SOBREVIVIENTES EN CAPITOLIO. Mientras el Congreso negociaba los detalles finales sobrevivientes estaban afuera del Capitolio lo que se convirtió en un punto simbólico del proceso. Entre ellas se encontraba Annie Farmer, una de las voces más visibles del caso, quien llamó a los legisladores a priorizar la verdad por encima de las disputas partidistas. Durante la conferencia, Farmer recordó a Virginia Giuffre, sobreviviente clave cuyo suicidio en abril generó una nueva oleada de indignación pública. Farmer insistió en que la aprobación de la ley debía honrar su memoria y la de otras víctimas que durante años no recibieron justicia.
Minutos después de la votación, Jena-Lisa Jones, otra sobreviviente, cuestionó directamente a Donald Trump, aunque reconoció su cambio de postura, lo acusó de haber “politizado innecesariamente” un asunto que debería tratarse con responsabilidad institucional. Su mensaje resonó entre legisladores demócratas y republicanos, que destacaron la importancia de mantener a las víctimas al centro del debate.
- EL TIP: LEGISLADORES republicanos y demócratas elogiaron al Senado por actuar rápidamente para enviar el proyecto de ley.
La Ley de Transparencia de los Archivos Epstein ordena la divulgación pública de todos los documentos no clasificados que involucren a Epstein y a Ghislaine Maxwell. Entre los archivos se incluyen registros de vuelo, comunicaciones, materiales incautados durante investigaciones previas, reportes internos del Departamento de Justicia, nombres de personas vinculadas directa o indirectamente con la red de Epstein, y notas obtenidas desde la década de 1980 hasta 2019.
El fiscal general conservará la facultad de censurar información que pueda comprometer la identidad de víctimas o afectar investigaciones en curso. Sin embargo, la ley exige que cualquier redacción sea mínima y esté totalmente justificada.
Además, el Departamento de Justicia ha entregado miles de documentos al Comité de Supervisión de la Cámara, que desarrolla una investigación independiente. Este comité ha difundido parte del material, aunque advirtió que el volumen de información pendiente es “extraordinario”.
Mientras tanto, la Casa Blanca, a través de la portavoz Abigail Jackson, acusó a los demócratas y a gran parte de los medios de comunicación de “haber ignorado durante años las denuncias provenientes del caso Epstein”. También afirmó que el presidente Donald Trump demostraba ahora compromiso con la transparencia al permitir la entrega adicional de materiales en investigaciones de supervisión.

