La transición hacia la segunda fase del plan impulsado por Estados Unidos para detener la guerra en Gaza se convirtió ayer en eje de tensiones políticas y militares entre Israel, Alemania y Hamas, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que aún persisten asuntos centrales del proyecto. Junto al canciller alemán, Friedrich Merz, Netanyahu afirmó en Jerusalén que el esquema avanza, pero sin un marco definido para la llegada de una fuerza multinacional ni para el establecimiento de una autoridad de transición en el enclave.
El primer ministro israelí anunció que a finales de mes mantendrá conversaciones “muy importantes” con el mandatario estadounidense, Donald Trump, para asegurar la implementación de la siguiente etapa, que exige el desarme de Hamas y una retirada más profunda del ejército israelí. Bajo la primera fase, Israel mantuvo el control del 53 por ciento del territorio tras replegarse hacia la llamada línea amarilla, que el ejército describió como una nueva frontera operativa.
- El Dato: El objetivo de la reunión, entre Netanyahu y Trump, sería poner fin al gobierno de Hamas y garantizar la desmilitarización del enclave palestino.
Netanyahu insistió en que el alto al fuego sólo podrá sostenerse si Hamas cumple con el compromiso de desmilitarización, aunque acusó al grupo terrorista de restablecerse en las zonas fuera del control israelí desde octubre. El último rehén ligado a esta etapa, un policía muerto durante los ataques del 7 de octubre de 2023, sigue pendiente de entrega. A pesar de la tregua, Israel ha llevado a cabo ataques aéreos que, según el Ministerio de Salud de Gaza, han provocado la muerte de 373 palestinos, mientras tres soldados israelíes han fallecido en acciones militantes.

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Por su parte, Friedrich Merz sostuvo que Israel debe rendir cuentas ante el derecho internacional y reiteró su rechazo a cualquier medida que equivalga a una anexión en Cisjordania. Aunque reafirmó el respaldo histórico de Berlín, admitió que las operaciones israelíes colocaron a su gobierno ante un dilema, especialmente tras las restricciones temporales a la venta de armas. Recalcó también su compromiso con la solución de dos Estados, aunque sin intención de reconocer un Estado palestino en el corto plazo.
- 51 menores palestinos han muerto en Cisjordania desde enero
A su vez, Hamas expresó sus reservas ante una fuerza internacional de estabilización propuesta por Washington. Su alto funcionario, Basem Naim, afirmó que el grupo aceptaría supervisión en las fronteras, pero no un mandato interno que implique desarme total. Defendió que la deposición de armas sólo sería posible dentro de un proceso político que conduzca a un Estado palestino y planteó la posibilidad de una tregua prolongada de cinco a 10 años.
La falta de detalles concretos en el plan estadounidense, estructuras de mando, composición de la fuerza multinacional o cronogramas, ha trabado el avance. Aunque se conformó un centro de coordinación en Israel, los gobiernos implicados reconocen que los esfuerzos están estancados. Mientras tanto, Qatar advirtió que la tregua se encuentra en un punto crítico y que sólo una retirada total israelí podría sostener un alto al fuego duradero.
El deterioro en Cisjordania añadió presión al entorno político. En dos días consecutivos, soldados israelíes mataron a un adolescente de 17 años, a un transeúnte de 55 y a un hombre implicado en ataques con piedras. El Ministerio de Salud de Gaza reportó 51 menores asesinados desde enero, en medio de redadas y restricciones.

