Renuncia de Cuomo, un triunfo de #MeToo

El aumento de presiones para renunciar y la amenaza de un juicio político por el escándalo de acoso sexual obligó al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, a dejar el cargo; no obstante, al anunciar su decisión reiteró que no incurrió en esos delitos.

“La mejor manera en que puedo ayudar es si me hago a un lado”, afirmó el mandatario en torno a señalamientos de conducta inapropiada, no sin antes advertir que la investigación fue un ataque motivado políticamente y objetar los resultados del informe emitido por la Fiscal general Letitia James, que concluyó que acosó a 11 mujeres que trabajaron con él o para el estado y hubo represalias.

Señaló, más allá de su responsabilidad, que esta situación lo llevó a enfrentar el momento más desafiante en su carrera, de tres mandatos consecutivos, y, aunque pensó atender las acusaciones como mandatario, pues su “instinto es pelear”, lo mejor es alejarse y evitar distracciones.

Y de nuevo sostuvo que no incurrió en conductas inapropiadas ni sobrepasó la línea, al alegar que se caracteriza por abrazar y saludar de beso a hombres y mujeres; no obstante, se disculpó con las mujeres que posiblemente ofendió, ante imputaciones de intimidación y aproximaciones sexuales, pero se jactó de que eran bromas y que hay acusaciones falsas.

Con estas declaraciones inicia su salida, que se concretará en 14 días como lo explicó en un mensaje en vivo, tras perder el respaldo de líderes demócratas como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el alcalde de NY, Bill de Blasio, los senadores estatales, y más.

Con ello, todo apunta a que la reciente denuncia penal de su exasesora Brittany Commisso y las renuncias de sus aliadas MelissaDeRosa y Roberta Kaplan —quien admitió que hasta un defensor de mujeres puede esconder a un acosador—, fueron el tiro de gracia, renovando el poder femenino del #MeToo, que sigue vivo para que las mujeres encaren a sus victimarios.

Además, se anticipó al plazo previsto por la Asamblea de NY para entregar evidencia a su favor, a una semana del llamado del presidente Joe Biden a renunciar, en congruencia con el informe que revela, tras cinco meses de investigaciones y otros de imputaciones, que tocó indebidamente a 11 funcionarias generando un ambiente hostil en una gestión de 10 años.

Sin embargo, con su dimisión no frena las indagatorias, pues los fiscales de Albany, Westchester y Long Island, quienes solicitaron toda la evidencia, confirmaron que darán seguimiento a las acusaciones por si es necesario abrir un proceso penal.

Tras revelarse la noticia, Biden resaltó la decisión, en respuesta al reclamo social, pero admitió que es triste que un funcionario destacado deje el cargo por este escándalo; mientas que defensoras de las víctimas resaltaron que es un gran paso en la lucha contra delitos sexuales.

Biden expresó su apoyo a las mujeres, al asegurar que ante una agresión sexual siempre se debe creer a la víctima y más cuando una investigación lo confirma.

Al ser cuestionado sobre un impacto en el estado o el Partido Demócrata, descartó que afecte el manejo de NY y dijo que al final lo asumirá el gobernador.

Previamente, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, resaltó la valentía de las denunciantes y dijo que Biden no ha tenido comunicación con Cuomo, el segundo gobernador en dimitir en más de una década, pues en 2008 Eliot Spitzer hizo lo mismo por un caso de prostitución.

DELEGA PODER A MUJER

 Con su renuncia, el mando recae en la vicegobernadora Kathy Hochul, quien se convertirá en la primera mujer en gobernar NY.

Según las previsiones del mandatario será hasta dentro de dos semanas cuando la abogada tome la batuta para garantizar una transición sin contratiempos.

En respuesta, Hochul se dijo dispuesta a asumir las riendas de Nueva York: “Estoy preparada”; mientras permea la incertidumbre sobre las directrices que dará al estado, pues no era parte del círculo cercano de Cuomo.

Luego de declarar que los actos presuntamente cometidos por el mandatario son repulsivos, agregó que hizo lo correcto para el estado y para él, así como para construir un gobierno más responsable.

FGR