China refuerza medidas con política de “cero COVID” para vencer a la variante Ómicron

Con más de 20 mil casos activos y más de 200 mil asintomáticos repartidos en varias provincias es el mayor brote registrado en China, las autoridades han tirado de su libreto habitual, que implica fuertes restricciones a la movilidad, las fronteras cerradas al exterior y confinamientos de ciudades enteras como en el caso de Shanghái.

A pesar del agotamiento de sus residentes, Shanghái continúa su estricto confinamiento con motivo de la política de “cero COVID“, mientras la prensa oficial insiste en que se puede vencer a Ómicron y las redes sociales silencian las voces más críticas con las restricciones.

Con mil 189 positivos y más de 20 mil contagios asintomáticos las infecciones siguen en ascenso en la urbe, —Pekín no los computa como casos confirmados, a menos que manifiesten síntomas—considerado por los 994 de ayer y los mil 006 del lunes.

Las restricciones en Shanghái, la más rica de China y hogar de 26 millones de personas, comenzaron oficialmente el pasado 28 de marzo, aunque para entonces ya había edificios residenciales que llevaban semanas completamente aislados del exterior.

Uno de los temores de China es que relajar las medidas suponga un aumento abrupto del número de muertes, otra de sus preocupaciones es que muchos mayores de 60 años no se hayan puesto la tercera dosis de la vacuna; lo que se ha traducido ahora en una ofensiva propagandística en favor del “cero COVID.

Según un editorial del "China Daily" la consigna oficial es que “se puede vencer a Ómicron” si se controla a tiempo y pone como ejemplos la “intervención temprana” realizada en las urbes de Shenzhen, Qingdao o Tianjin, algo que la de Cantón intenta replicar ahora.

Con referencia al caso de Shanghái, donde el virus ya se ha propagado entre la población, el medio defendió “el confinamiento es necesario” y aseguró que rendirse no es una opción.

drg