Cientos de niños quedan “sin nombre” por fallecimiento de sus padres en terremoto de Turquía

Nursah Keskin es una doctora que atiende en el hospital de la ciudad de Adana. Su jornada de trabajo parece no tener fin. Toma brazaletes para colocar a los menores que siguen llegando sin padres ni madres que ayuden a identificarlos porque o continúan atrapados entre los escombros tras los terremotos en Turquía y Siria, o han perdido la vida en estos siniestros.

En las etiquetas se leen las palabras “anónima” o “anónimo”. A los bebés se les toma de las manos mientras luchan por sobrevivir en la sala de cuidados intensivos. Nadie sabe quiénes son, nadie sabe qué será de ellos. Los y las bebés, los y las niñas, después de volver a nacer, tendrán que enfrentarse a no saber de dónde vienen ni cuál será su destino cuando todo esto termine. 

‘La búsqueda continúa’

Keskin, pediatra y directora adjunta del hospital de Adana, reconoce que hay cientos de niños y niñas sin identificar en la unidad de cuidados intensivos. Mientras sostiene la mano de una pequeña con múltiples fracturas, un ojo negro y decenas de cicatrices, declara a BBC Mundo: “Sabemos dónde la encontraron y cómo llegó aquí. Pero intentamos encontrar una dirección. La búsqueda continúa”.

En este momento, y al cierre de esta nota, funcionarios de salud revelan que —tan sólo en Turquía— más de 260 niños heridos se encuentran hospitalizados sin todavía poderlos identificar. Todos ellos han sido rescatados de edificios que colapsaron tras los terremotos y se sabe que la cifra seguirá en aumento en los próximos días, mientras se agilice la búsqueda de más víctimas de debajo de los escombros.

¿Cómo comunicarse con aquellos que podrían hablar? Pareciera una misión imposible para médicos y médicas que son parte de este hospital. Cuentan el caso específico de una pequeña de entre cinco y seis años que duerme conectada a tubos intravenosos, tras una contusión en la cabeza. “Sólo se hace contacto visual y gestos. Estos niños no pueden hablar a causa del trauma. Saben sus nombres. Una vez se estabilicen, en un par de días, podremos intentar hablar”, dice la doctora Ilknur Banlicesur, cirujana pediátrica del mismo hospital en Adana. 

Redes sociales con fotos de niños sin identidad

Aunque los funcionarios de salud intentan vincular a los niños y niñas anónimas a diferentes direcciones, al llegar, todo es ruina. Medios internacionales afirman que las redes sociales en Turquía se llenan diariamente de publicaciones con fotografías de estos pequeños para saber si hay quienes los reconocen.

Los niños anónimos del terremoto en Turquía y Siria continúan luchando no sólo por sobrevivir, sino también por recuperar aquello que los sismos les arrebataron: la identidad.

Con información de Laura Almaraz.

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AM