Atentados matan a 73 en Kabul; tensan y complican evacuación

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseveró que los responsables de los ataques terroristas en Kabul, en los que fallecieron más de 60 personas, entre ellos 12 soldados estadounidenses, pagaran lo que hicieron.

“No lo olvidaremos, no lo perdonaremos, los vamos a perseguir y los vamos a hacer pagar”, expresó el mandatario en conferencia tras los ataques de tres bombarderos suicidas.

Los ataques elevaron el caos por el que decenas se aglomeraban en la zona, pese a las advertencias de que no era seguro, pues también se reportaron disparos contra aviones que alcanzaron a despegar poco antes de los atentados, como una aeronave de Italia y otro de España.

Biden reiteró, al reconocer que era uno de los peores días de su gestión, que el terrorismo nunca va a ganar, mientras se especulaba sobre una tercera explosión, que resultó ser un operativo controlado para destruir armamento y evitar que los extremistas se apoderaran de éste.

Incluso, adelantó en un mensaje que las Fuerzas Armadas ya tendrían ubicados a los autores, por lo que exigió operativos para atacar las instalaciones de éstos tras la muerte de decenas de personas, entre ellas 13 soldados estadounidenses y otras nacionalidades, aunque hasta el cierre de esta edición sólo se confirman de víctimas de EU y Afganistán.

Para estas acciones se contempla enviar más tropas; sin embargo, dependerá de lo que decidan los soldados que están allá, explicó en torno al grupo que reportó 15 lesionados, según el Pentágono.

Biden ratificó la decisión de abandonar Afganistán y descartó al igual que el jefe del comando central de EU, Frank McKenzie, una presunta a filtración de información o coalición con el Talibán, pues no hay pruebas de que el régimen que asumió el control de Kabul esté ligado a los atentados, tras una presunta lista de nombres de militares y afganos destinados a salir en las próximas horas.

Previamente, el grupo terrorista reivindicó los atentados cometidos a menos de dos kilómetros de distancia entre sí para provocar a quienes están por retirarse y obstaculizar los esfuerzos para sacar a la mayor cantidad de población.

En tanto, Biden asumió la responsabilidad por los hechos de los últimos días, pero recordó que era momento de acabar con esta guerra de décadas y que el acuerdo de abandonar la zona lo pactó su antecesor Donald Trump. Posteriormente, expresó sus condolencias a las familias de los “héroes” que realizan una peligrosa misión para salvar más vidas.

En medio del caos por las víctimas y el temor de nuevos ataques, pues no descartan más explosiones, Biden aseveró que se mantendrán las evacuaciones hasta el último minuto del 31 de agosto para superar las cifras de hasta 100 mil rescatados desde el pasado 15 de agosto y además se estima que unos mil estadounidenses siguen en la región, mientras que en su país criticaron la “caótica estrategia” y hasta demandaron convocar al Congreso para sesionar y obtener información sobre las fallas de seguridad, mientras que el aludido Trump reiteró que eso no habría ocurrido en su gestión.

Al respecto, el general McKenzie garantizó que se reforzaron los controles en el aeródromo ante fallas de seguridad y cambiaron sus rutas para evitar suspender la salida de vuelos y que éstos sean “lo más seguro posible”. Asimismo, sostuvo que se frustraron otros ataques, sin especificar qué amenazas enfrentaron.

Por separado, naciones y líderes europeos condenaron la violencia y pidieron no detener las salidas; incluso, el secretario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, urgió a mantener el puente aéreo como máxima prioridad para proteger a mujeres, activistas y comunidad LGBT.

En esta tónica, Francia y Gran Bretaña dijeron que seguirán colaborando con aliados tras concluir el retiro de connacionales. El primer ministro inglés, Boris Johnson, quien calificó de bárbaros los atentados, refrendó que apoyarán hasta el último momento, pues la mayoría de ciudadanos ya están a salvo y les quedan días antes de que venza el plazo; mientras que Alemania, Bélgica, Canadá, Polonia y Dinamarca ya terminaron las salidas.

Además, ante esta situación no sólo las tropas trabajan a marchas forzadas, sino también el personal médico que no se daba abasto para ayudar a los heridos.

ANR