Soldados y aliados reclaman al Kremlin

Se fractura ofensiva de Putin entre revueltas y 30 mil bajas

Invasores perdieron a la tercera parte de combatientes en el punto más crítico de la guerra, según inteligencia aliada; Zelenski reitera que no abandonarán Bajmut; gobierno niega supuesto sabotaje a gasoductos

Defensores lanzan ataques contra las posiciones enemigas en Bajmut, ayer.
Defensores lanzan ataques contra las posiciones enemigas en Bajmut, ayer.Foto: AP
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En su afán de ampliar su zona de poder, el ejército de Vladimir Putin acumula más fisuras que victorias territorales, lo que le costaría la derrota en Bajmut y Vuhledar.

Pronósticos de Occidente evidencian que los invasores encaran problemas internos, pues en los últimos meses perdieron hasta a 30 mil mercenarios —efectivos fuera de las Fuerzas Armadas— en esas posiciones y los reclamos contra el ejército escalan por presuntamente dejar a sus tropas a la deriva sin los insumos necesarios y sin el personal adecuado.

Este escenario refleja el caos que se apodera de las bases enemigas asentadas en las zonas críticas en el Donbás, ubicadas a una distancia de 140 kilómetros.

En el primer punto, que llegó a su nivel máximo esta semana, el Kremlin sufrió la baja de uno de cada tres combatientes en casi siete meses, según información de Inteligencia que un aliado reveló a la prensa, de acuerdo con el diario local Ukrainska Pravda, hecho que reforzó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al admitir que, aunque se trata de estimaciones, las bajas rusas son cinco veces mayores en comparación con las ucranianas, con lo que persiste el desgaste en el frente de batalla de más de mil kilómetros en el que el invasor intenta recorrer más la supuesta frontera.

Los aliados, que además de refuerzos vigilan permanentemente el conflicto ante una posible escalada, coincidieron con datos de Kiev de que los rusos pierden día con día a cientos de hombres, especialmente a mercenarios, mientras suben las tensiones con el Grupo Wagner, que acusa falta de municiones, mismas que sí están llegando a los soldados rusos. El fundador de la organización, Yevgeni Progozhin, responsabilizó a la cúpula militar de obstaculizar el suministro a los suyos afectando las posiciones estratégicas, lo que, insistió, provocará el desmoronamiento de las fuerzas rusas en Bajmut, zona clave para adentrarse en Ucrania, pues carecen del equipo para enfrentar a los defensores.

Pero esa región no es la única que sigue causando graves costos a Rusia, pues en Vuhledar también suma terribles pérdidas humanas y estratégicas ante victorias territoriales limitadas.

Y es que una brigada de élite naval advirtió que no seguirá órdenes del ejército ruso, al calificar de imposible la continuidad de esa ofensiva, pues afirmó que el Kremlin los arrastró a un mayor peligro al dejarlos sin municiones. Ante militares asesinados y heridos, este grupo solicitó al Ministerio de Defensa en Moscú más refuerzos, tanto de hombres como de armamento, pero la única respuesta fue un despliegue de reclutas sin preparación.

Comandantes de ese sector reprocharon que entre los refuerzos hay mandos sin experiencia y que desconocen el campo de batalla, provocando más muertes. Explicaron, de acuerdo con Kiev Post, que ante esa inexperiencia ordenan incursiones que se convierten en una muerte segura, pues son superados ampliamente por las fuerzas de Volodimir Zelenski.

Eso evidencia el fallido reclutamiento masivo de civiles de hace unos meses, pues ni la suma de voluntarios ni de reclusos ha sido la clave para doblegar a los defensores a más de 370 días en guerra.

Con ese panorama, Ucrania parece fortalecerse, pues le da el impulso para resistir más tiempo, al ver que la merma rusa es mucho peor, especialmente cuando Kiev espera equipo especial como los prometidos sistemas Patriot, pues Polonia considera que podrían transferirlos a más tardar el próximo mes.

Además, países aliados respaldaron la postura de Zelenski de no ceder Bajmut, pues el enemigo podría durar menos de los tres meses pronosticados. Por separado, el líder ucraniano reiteró que la prioridad táctica es retener ese control en favor de la liberación “de nuestras tierras”.

En su mensaje nocturno, elogió el esfuerzo de las brigadas de asalto e infantería 10, 54, 56, 67 y 93, pues recalcó que Bajmut es importante porque podría abrir el camino a los ocupantes para avanzar más en Donetsk.

Sin embargo, pese a la ventaja ucraniana, Moscú busca nuevas afrentas al culpar a grupos proucranianos del sabotaje a los gasoductos del Nord Stream y ya solicitó la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Recalcó que información de Occidente, como una publicación del diario estadounidense New York Times, apunta a que éstos provocaron daños a la infraestructura del mar Báltico, tras las amenazas del Kremlin de dejar sin gas a Europa; no obstante, no se confirmó la procedencia de los atacantes.

Y gobierno desmintió los señalamientos. El asesor presidencial, Mijailo Podoliak, sostuvo que “no tienen nada que ver con el percance y no tienen información de ‘grupos de sabotaje’” y minimizó la acusación, pues dijo que sólo son teorías de conspiración, pues de momento no se presentaron pruebas específicas.