"Desapareció" en 2005

Gamer huyó por su adicción a los videojuegos y tras 16 años se reencuentra con sus papás

El gamer pasaba más tiempo entretenido en los videojuegos que estudiando; abandonó a su familia por la deshonra de ser expulsado de la universidad

Un adicto a los videojuegos abandonó a su familia para evitarles la deshonra al ser expulsado de la universidad, donde llevaba uno de los mejores promedios 
Un adicto a los videojuegos abandonó a su familia para evitarles la deshonra al ser expulsado de la universidad, donde llevaba uno de los mejores promedios Foto: Reuters / Ilustrativa
Por:

Un gamer chino que abandonó a su familia por la deshonra de ser expulsado de la universidad por su adicción a los videojuegos se reencontró con sus padres 16 años después.

Wang Mou, ahora de 39 años, relató que no pudo con la culpa y la vergüenza de pasar de ser un estudiante brillante con uno de los mejores promedios a ser expulsado de la universidad, debido a que pasaba más tiempo entretenido con videojuegos que estudiando. Y para evitar que sus papás fueran señalados por su fracaso en la escuela en 2005 decidió irse y no volver a tener contacto con ellos, para no manchar su dignidad.

Desde esa fecha comenzó a laborar en empleos temporales en los que no requirió de registros ante el gobierno, lo que impidió que sus padres pudieran localizarlo.

Sin embargo, tras casi dos décadas fuera del radar de las autoridades y de su familia, el joven acudió a la comisaría para renovar su identificación y en ese momento los oficiales identificaron que estaba reportado como “desaparecido”, por lo que notificaron a la familia, misma que después de tanto buscar creía que alguna tragedia le pudo haber ocurrido en tanto tiempo.

Este episodio llevó al reencuentro con sus padres el pasado 16 de noviembre, después de ocultarse por tantos años. En un video compartido por medios locales se observa el momento en que el gamer, quien viste chamarra y pantalón negro, se arrodilla ante su madre, pero ella de inmediato lo levanta para abrazarlo en el emotivo reencuentro.