Israel presiona por tregua y un aliado acusa “sabotajes”

A la espera de una posible tregua, Israel incrementó la presión sobre Hamas al insistir que así frenará la incursión en Rafah; sin embargo, no hay garantías de un arreglo y se vislumbran fracturas internas.

El plan militar en la zona sur de Gaza está listo, pero un “sí” a la oferta para liberar a 33 rehenes en una primera fase lo cambiaría todo, adelantó el ministro de Exteriores, Israel Katz, en entrevista con Canal 12, con miras a convencer a la resistencia islámica al ver en ese plan una última oportunidad.

Tel Aviv externó su confianza en replicar el éxito de noviembre pasado al recuperar a un centenar de ellos, pues fuentes del gobierno dijeron que la propuesta incluye demandas de los terroristas, aunque no se abundó en los cambios que se centrarían en el alto al fuego e intercambios; mientras que mediadores elogiaron que se superaron obstáculos, lo que da esperanza de una respuesta positiva, pues hoy los yihadistas darán su respuesta a más de medio año de la guerra.

Sin embargo, este plan no convence a todos en Israel abriendo otra grieta en el gabinete de Benjamin Netanyahu.

Según medios locales, ultraderechistas creen que ceder en el campo de batalla es una derrota cuando sus Fuerzas de Defensa (FDI), pues ya han bombardeado Rafah, donde ayer hubo 13 muertos, y pueden aumentar el daño contra bastiones que aún operan desde ahí.

Tal es el caso del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien redobló su postura crítica y en un video dirigido al premier advirtió “el gobierno encabezado por usted no tendrá derecho a existir”.

Amagó con romper la coalición si no se concreta la invasión, pues anticipa una humillación y “sentencia de muerte” por ir en contra de decisiones ya tomadas, pues ello les quita credibilidad contra el grupo que masacró a los judíos; mientras que otras voces señalan que una tregua no cambiará sus objetivos militares, sin abundar en cómo afecta eso a quienes llevan más de 200 días sometidos.

En contraste, el exlíder Yair Lapid llamó a evaluar el futuro al cuestionar si funcionarios extremistas pesan más que las víctimas retenidas.

Y ése no es el único revés para Israel, pues su aliado Qatar analiza seguir como mediador. Aunque su objetivo es alcanzar la paz, el vocero de Exteriores árabe, Majid al-Ansari, recriminó que Hamas e Israel atacan los acercamientos cuando las condiciones no los favorecen.

“Cada vez que nos acercamos a un acuerdo hay sabotaje”, reveló al medio israelí Haaretz, al denunciar que los intereses políticos se privilegian y, ante ello, su esfuerzo parece inútil, convirtiéndose en un saco de boxeo, según medios locales, lo que no abona al conflicto en Medio Oriente con más de 35 mil fallecidos.

Además, el gobierno israelí teme acciones legales de la Corte Penal Internacional (CPI) en su contra, en lo que sería un segundo golpe desde La Haya.

Según la prensa se cree que el organismo dependiente de Naciones Unidas alista una serie de órdenes de arresto contra altos mandos, entre ellos el premier, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, como responsables de la guerra y de presuntas violaciones a los derechos humanos, a unos días de que se acusara a su ejército de ocultar casi 400 cuerpos en fosas clandestinas.

Y ante la incertidumbre por el acuerdo o embestida, Estados Unidos abogó por detener la acción militar; ayer, en una llamada telefónica el presidente de la potencia, Joe Biden, recalcó en una postura clara que no apoya la invasión, al insistir en proteger a los refugiados e instó a su aliado a aumentar la ayuda en Gaza, ante la falta de alimentos e insumos médicos para garantizar la asistencia.

También hablaron sobre los rehenes, lo que recuerda que varios de los retenidos son estadounidenses, pero no se revelaron detalles de la lista de personas a liberar; tema en el que el vocero de seguridad nacional, John Kirby, resaltó la apertura luego de que Washington descalificara la declaración de Hamas de una tregua de hasta cinco años, mientras su secretario de Estado, Antony Blinken, está otra vez de gira en Medio Oriente.

Además resalta que en EU siguen las movilizaciones de estudiantes propalestinos en decenas de universidades.

Ayer, aumentaron su presencia al instalar más casas de campaña y realizar cadenas humanas para condenar el supuesto genocidio israelí y exigir a sus planteles dejar de invertir con empresas israelíes, momento en el que chocaron con policías que tratan de contenerlos.