Ministro de Exteriores ve actos de “genocidio”

Kremlin ataca energía ucraniana y daña 40%

Aumenta golpes a infraestructura clave en menos de un mes; Zelenski sostiene que sus fuerzas responderán al desafío, pero soldados admiten que desvío de proyectiles no es suficiente

El transporte público es lo poco que alumbra algunas de las calles en Ucrania durante la noche de apagones.
El transporte público es lo poco que alumbra algunas de las calles en Ucrania durante la noche de apagones.Foto: AP
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Un día después de que Ucrania admitiera que 80 por ciento de la población en Kiev no tiene agua, el Kremlin reforzó el ataque a instalaciones esenciales, con lo que la nación invadida ya perdió casi la mitad de su fuente de energía.

El gobierno defensor reconoció que en las últimas semanas los invasores destruyeron hasta 40 por ciento del sistema eléctrico, hecho que el presidente Volodimir Zelenski calificó como una estrategia de “terror energético”, como ya lo hizo con Europa, pues con ello agravará las condiciones de supervivencia en la región a menos de dos meses del invierno, cuando aumenta históricamente la dependencia de este recursos.

Sin embargo, el mandatario señaló que responderán firmemente a ese desafío, pues en más de ocho meses no ha evitado la contraofensiva para replegar a los ocupantes e insistió que con el respaldo de Occidente lo único que se hablará sobre Rusia será del fracaso, pues sigue sin completar sus objetivos y por ello insiste en golpear zonas civiles.

En tanto, las fuerzas defensoras señalan que sigue la resistencia y en las últimas semanas han desviado decenas de misiles y proyectiles en varias regiones, pero admitieron que esto no es suficiente para proteger a civiles como las bases que garantizan la energía a los hogares.

Y aprovecharon el nuevo bombardeo para solicitar a sus aliados la ayuda necesaria para mantener con electricidad a la región y energía, para calentar las viviendas en momentos críticos, mientras varias regiones se sumen en la oscuridad y la escasez, pues la crisis energética impide que suministros esenciales como el agua lleguen a todos los rincones de las ciudades ucranianas.

Líderes de la nación golpeada agregaron que los ataques registrados desde octubre pasado muestran que los soldados de Vladimir Putin buscan acabar con toda la infraestructura eléctrica posible, para aterrorizar a la población y tratar de doblegar a los militares y a las autoridades, pues ni los peores bombardeos los han hecho retroceder en ocho meses.

Por separado, el ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, calificó como “genocidio”, la embestida rusa al recordar que ésta es dirigida abiertamente contra su población y no contra supuestas bases militares o zonas de almacenamiento de armas.

Incluso, refirió que las fuerzas de Putin evidencian que no descansarán hasta destruir las condiciones de vida de la población, mientras se acumulan las cifras de muertos y de lesionados entre los militares y los civiles.

Además, según Inteligencia de aliados el régimen ruso sigue buscando armas en el exterior para prolongar el conflicto el tiempo que pueda.

Pese a los reclamos y llamados a imponer más sanciones en su contra, Rusia no se inmuta ante la ampliación de restricciones al señalar que cada uno de sus ataques es una respuesta a los actos deliberados en su contra, aunque no presenta evidencia de las supuestas agresiones directas. Y más tarde uno de los principales aliados de Putin, el exmandatario Dmitri Medvedev, elevó las tensiones al advertir que, pese a los planes de Ucrania y de Occidente, la única manera de acabar con el conflicto es con una victoria rusa.