Lanzan SOS farmacéuticas: “escasea la materia prima”

La demanda sin precedentes de vacunas anti-Covid provocó una escasez de materia prima, advirtió la industria farmacéutica, al reconocer que ésta es la mayor traba para continuar con la producción y distribución en la lucha contra la pandemia.

En medio de reclamos por retrasos en entregas ya pactadas, laboratorios y farmacéuticas señalaron que en este proceso los cuellos de botella “son la escasez de materia prima y de ingredientes”, por lo que exhortaron a gobiernos y sectores ligados a la fabricación de dosis a centrar sus esfuerzos en acciones para no frenar la producción mundial y revertir este gran obstáculo.

El líder de la Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA, por sus siglas en inglés), Thomas Cueni, insistió que persisten algunas fallas en la cadena de suministro, luego de una reunión con fabricantes, proveedores y organizaciones internacionales del sector.

Y reiteró que las farmacéuticas ya trabajan en acciones que les permitan acelerar la producción y suministro de vacunas, pero para ello será necesario garantizar la materia prima, pues algunas requieren ingredientes especiales.

Ante este reto, el dirigente señaló que el sector se enfrenta al mayor aumento en la fabricación de dosis en el mundo, pues la pandemia los obligó a duplicar la capacidad de producción de las vacunas existentes durante todo 2019.

Por separado, el consejero de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, Richar Hatchett, dijo que la apuesta de este año es contar con hasta 14 millones de dosis anti-Covid, una diferencia de más de 200 por ciento, un gran reto a diferencia de años anteriores en los que las cifras máximas eran de cuatro mil 500 millones.

Sin embargo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) sólo se han distribuido a nivel mundial 268 millones de vacunas; mientras que la plataforma Our World in Data reporta más de 300 millones entregadas; lo que representa apenas 2.6 por ciento de las 10 mil millones de dosis que, de acuerdo con previsiones del organismo sanitario, se requieren para proteger a 70 por ciento de la población mundial, a más de un año del inicio de la pandemia.

En esta batalla, potencias como Estados Unidos, China y Reino Unido lideran la cifra de biológicos adquiridos; dos de estas naciones también se encuentran entre las primeras del ranking de contagios y muertes por el virus, del que lleva un conteo la Universidad Johns Hopkins.

La advertencia de líderes de más de un centenar de farmacéuticas se registra luego de los llamados de la OMS —que encabeza la plataforma Covax para llevar vacunas a naciones pobres— y de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para ceder las patentes con el objetivo de ampliar la distribución de vacunas, especialmente entre regiones que aún no cuentan con inyecciones.

Al respecto, el director de la Red de Fabricantes de Vacunas para Países en Desarrollo, Rajinder Suri, insistió que el respaldo en torno a las patentes no resolverá el reto si no se atiende primero la creciente escasez de ingredientes, pues se requiere de la materia prima para que todos las puedan fabricar.

EUROPA TIENE NUEVO FRENO.

Johnson & Johnson reconoció a autoridades de Europa que enfrenta problemas para suministrar las vacunas pactadas a nivel mundial, lo que implica otro golpe a la región, que ha visto un lento avance en la inmunización debido a retrasos con otras empresas, como AstraZeneca, Pfizer y Moderna.

Un funcionario del Consejo Europeo reveló a Reuters que el fabricante se declaró “bajo presión” para cumplir con el envío de 55 millones de vacunas para finales de junio, según lo pactado.

Este biológico elevó la esperanza en la región al tratarse de una dosis única —a diferencia de los que ya se aplican en la región—, aunque aún no ha sido aprobada en el bloque regional, pero se espera que esta misma semana reciba el aval.

El funcionario comentó que, aunque la empresa estadounidense externó su compromiso para satisfacer los acuerdos, también reconoció que podría ser imposible cumplirlos.

Este obstáculo se presenta cuando la UE enfrenta diferencias con AstraZeneca por un supuesto reparto inequitativo, al acusarla de dar más dosis fuera de la región que a países del bloque europeo.