Más de 233 mil estudiantes en EU, expuestos a las armas

Las escuelas en Estados Unidos no han quedado exentas de la tragedia detonada por tiradores solitarios que aparecen sin aviso para asesinar y herir al azar, un episodio ya constante en el país donde hay más armas que habitantes.

Este jueves, un estudiante disparó en una secundaria del sur de California; en el incidente murieron dos de sus compañeros y resultaron heridas tres personas. El atacante se quitó la vida, según informaron las autoridades en la localidad de Santa Clarita.

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El episodio se integra a un índice de 146 muertes y 308 lesionados en los últimos 20 años en centros educativos de Estados Unidos. Aunque la cifra supone un porcentaje pequeño en proporción con la cantidad de escuelas y los millones de estudiantes que las habitan, los sucesos han expuesto a más de 233 mil niños, jóvenes y adolescentes al peligro de la violencia armada, según un recuento elaborado por The Washington Post.

Alex Villanueva, jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, informó que seis personas fueron baleadas en la secundaria de Santa Clarita, incluido el sospechoso, un estudiante de 16 años que cumplía años justo este jueves. Al cierre de esta edición, las autoridades no revelaron el posible motivo.

Un video del tiroteo difundido en redes sociales, que después fue retirado, mostró el momento en que el agresor se pegaba un tiro en la cabeza. El condado indicó que llevaba una pistola calibre .45. Sus víctimas: una chica de 16 años y un adolescente de 14.

El conteo del Post, que señala que el gobierno de Estados Unidos no rastrea los tiroteos en las escuelas, revela que sólo en 2018, hubo 25 incidentes , el número más alto desde 1999.

Entre los casos más mortales en dos décadas, sobresale el de Marjory Stoneman Douglas High en Parkland, Florida, en 2018, cuando un hombre de 19 años, con un rifle AR-15, mató a 17 personas.

También la masacre de 2001, en la Escuela Intermedia Pearl C. Anderson, en Dallas, Texas, donde un niño de 14 años sostuvo un revólver contra el pecho de una de sus compañeras de la misma edad, a quien le preguntó si estaba “lista para morir”. La vida de la menor se salvó porque un policía disparó contra la mano del atacante.

Las filas de los tiradores escolares incluyen a un niño de seis años, quien mató a un compañero de clase después de decir que no le gustaba; una niña de 15 años hizo lo mismo con un amigo que se negó a salir con ella.

Aun cuando la lista de incidentes se expande en lo largo y ancho del país, en los últimos años, las líneas de tendencia se mantienen consistentes.

Las estadísticas recabadas por el diario observan que, desafortunadamente, los tiroteos en escuelas tienen un impacto desproporcionado en estudiantes negros. A pesar de que este sector representa apenas 16.6 por ciento de la matrícula, han experimentado 33 por ciento de los episodios. Lo mismo ocurre con los hispanos, 19 por ciento del estudiantado, que ha vivido 22.9 por ciento de los incidentes.

El Dato: Siete de cada 10 tiradores fueron menores de 18 años, lo que significa que, debido a la negligencia de un adulto, docenas de niños tienen acceso a las armas de fuego.