El RS-28 Sarmat, con capacidad de destruir área del tamaño de Texas

Putin amenaza a EU y a Europa con misil
intercontinental

El devastador proyectil transporta hasta 15 ojivas nucleares; presidente ruso asegura que enemigos “lo pensarán dos veces; prueba, a dos días de ofensiva por control del Donbás

Lanzamiento del misil, ayer.
Lanzamiento del misil, ayer.Foto: Reuters
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A dos días de que Rusia intensificó sus ataques en Ucrania para hacerse del control del Donbás, el presidente Vladimir Putin anunció el lanzamiento de prueba del misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat, del cual, dijo, países adversarios “pensarán dos veces” antes de lanzar amenazas.

“Esta arma verdaderamente única fortalecerá el potencial de combate de nuestras fuerzas armadas, garantizará de forma fiable la seguridad de Rusia frente a amenazas externas y hará reflexionar dos veces a aquellos que, en medio de una retórica frenéticamente agresiva, intentan amenazar a nuestro país”, sentenció.

El RS-28, que es capaz de destruir un área del tamaño de Texas, en Estados Unidos, fue lanzado desde el cosmódromo ruso de Plesetesk con una longitud de seis mil kilómetros, hacia Kurá, en la península de Kamchatka; la poderosa arma puede transportar hasta 15 oijivas, orgullo de Putin, quien presumió ayer que el artefacto puede superar cualquier sistema de defensa antimisiles y tiene alcances a cualquier parte del mundo.

“El nuevo complejo tiene las características tácticas y técnicas más altas y es capaz de superar todos los medios modernos de defensa antimisiles. No tiene análogos en el mundo y no los tendrá durante mucho tiempo”, señaló el mandatario ruso.

El nuevo complejo tiene las características tácticas y técnicas más altas y es capaz de superar todos los medios modernos de defensa antimisiles

Vladímir Putin, Presidente de Rusia

Aunque el lanzamiento del misil no es una sorpresa para Occidente, pues Putin lo presentó desde 2018, el hecho ocurre en momentos de gran tensión entre Rusia con Estados Unidos y la Unión Europea (UE), debido al apoyo financiero y de armamento a Ucrania, pero, sobre todo, cuando el Kremlin ha girado su estrategia militar hacia las regiones de Lugansk y Donetsk, en el Donbás, zona que alberga minas de carbón, plantas metalúrgicas y fábricas de equipos pesados, clave para el Kremlin.

En Lugansk, el gobernador Serhiy Haidai dijo que los rusos, después de apoderarse de la pequeña ciudad de Kreminna, ahora amenazan las ciudades de Rubizhne y Popasna. Instó a todos los residentes a evacuar de inmediato.

“Los ocupantes controlan solo partes de estas ciudades, incapaces de llegar a los centros”, dijo en un mensaje difundido en Telegram.

Putin también mantiene apretada la soga en Mariupol, que está prácticamente devastada por los embates rusos, en intentos desenfrenados para que la ciudad portuaria se rinda.

Justo ayer, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informó que se le entregó al gobierno de Volodimir Zelenski una oferta de negociación para finalizar la guerra; entre las condiciones que Rusia exige están la desmilitarización, la restauración del ruso como idioma oficial, el reconocimiento de Crimea como parte de Moscú y el reconocimiento de la independencia del Donbás.

Por lo pronto, el número de desplazados de Ucrania continúa incrementándose; de acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), hasta ayer el número de refugiados ucranianos desde que comenzó la guerra el 24 de febrero, llegó a cinco millones de personas y más de la mitad son niños

Gráfico
Gráfico

Ayer en Mariupol, de última hora, autoridades locales Ucrania pudieron evacuar a seis mil civiles a través de un corredor humanitario, tras el nuevo ultimátum lanzado por Rusia la víspera y luego de tres días sin poder dar salida a mujeres, niños y ancianos de la ciudad asediada.

Pero no siempre ha podido ser así, pues los continuos ataques a la ciudad portuaria han dificultado varios intentos para sacara más civiles que aún se encuentran atrapados en el lugar, en la peor catástrofe humanitaria de la que se tiene registro.

De rendirse la devastada Mariupol, el hecho significaría el máximo logro estratégico para Vladimir Putin, pues vincularía la ciudad portuaria con la región de Crimea, que Moscú anexó en 2014.

Hoy, suman 56 días de guerra y algún acuerdo entre Rusia y Ucrania que dé fin al conflicto se hace cada vez más difícil.

Zelenski presiona por embargo de crudo a Rusia

Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, pidió a la Unión Europea intensificar las sanciones económicas a Rusia y que éstas incluyan embargo al petróleo.

“Queremos que el sexto paquete de sanciones sea potente y pedimos un embargo total a la energía rusa, incluidas las importaciones de petróleo y gas”, manifestó el mandatario en conferencia de prensa.

Zelenski también pide que se estreche el cerco contra el sistema bancario ruso y que se desconecten más entidades del sistema de transferencias SWIFT, pues, consideró, “las sanciones anunciadas no serán lo suficientemente duras”.

La solicitud de Zelenski ocurre a la par del anuncio de Estados Unidos y aliados de más sanciones contra empresarios que, según Occidente, están ayudando a Rusia a esquivar los castigos impuestos por la guerra en Ucrania.

Por lo pronto, EU mantiene en la lupa una red de 40 personas y empresas, liderada por el oligarca ruso Konstantin Malofeyev. Pero ésta no ha sido la única acción contra el gobierno de Rusia que se dio ayer.

En la reunión del G-20, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, así como varios ministros de la Unión Europea, abandonaron abruptamente ayer la sala, cuando el representante de la delegación ruso comenzó a hablar.

De acuerdo con diarios internacionales, el boicot surgió a petición del ministro de Economía de Francia, Bruno Le maire, quien pidió al funcionario de Rusia no participar en las reuniones.

”La guerra es incompatible con la cooperación”, declaró Le Maire.