Reforma antirracista choca con línea dura de Trump

Los demócratas del Congreso de Estados Unidos presentaron “reformas radicales”para combatir la disparidad racial en el sistema de justicia penal, una respuesta directa a la reciente violencia policial contra afroamericanos que provocó protestas masivas.

Impulsada por líderes del grupo afroamericano del Poder Legislativo, la Ley de Justicia en la Policía busca frenar el uso excesivo de la fuerza por parte de oficiales, particularmente contra minorías, que mueren de manera desproporcionada a manos de los uniformados.

El paquete, que supone la reprimenda más agresiva contra la manera en que EU aplica la ley desde hace décadas, establece una prohibición federal de estrangulamientos, elimina el escudo legal que protege a la policía de juicios, exige el uso de cámaras corporales en los oficiales, les prohíbe las armas de estilo militar y crea una base de datos que ficha patrones de abuso.

Los demócratas quieren aprobar la legislación antes de fin de mes, lo que supone una batalla con los republicanos, quienes ya expresan su preocupación de que la propuesta limite los poderes de la policía en la lucha contra el crimen.

En medio del debate, algunos demócratas del ala más progresista presionan por una respuesta mucho más drástica a la muerte de Floyd: desmantelar los departamentos de policía por completo.

La representante Ilhan Omar, quien representa partes de Minneapolis, donde ocurrió el asesinato de Floyd, pidió que se disuelva el departamento que empleó a Chauvin, el policía que sometió al afroamericano de 46 años. “Es hora de disolverlos y reimaginar la seguridad pública en Minneapolis y en Estados Unidos”.

Frente al proyecto, el presidente Donald Trump dio un paso al frente en la defensa de las policías, para que se mantengan tal como están. “No desembolsaremos a nuestra policía”, dijo, en referencia a la intención de los demócratas de reducir el presupuesto de los cuerpos de seguridad, para invertir más en prevención del delito.

“No desmantelaremos nuestra policía. Puede que haya ciudades que quieran probar, pero será una situación muy triste”, dijo el magnate en una mesa redonda.

El mandatario estadounidense también aseguró que la policía, en general, “está haciendo un trabajo increíble”.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, se negó a decir este lunes si Trump creía que no hay racismo sistémico en Estados Unidos: “Él cree que nuestra aplicación de la ley es la mejor del mundo. Él cree que, en general, los policías son buenas personas. Hay mucha evidencia de eso, y él tiene una gran fe en nuestros departamentos de policía”.

Un recuento de AP reportó más de 10 mil arrestos durante las protestas que iniciaron a fines del mes pasado, la mayoría corresponden a manifestantes pacíficos. El informe refleja un aumento en cientos cada día, a medida que los indignados se enfrentaron a la policía.

De acuerdo con la compilación, Los Ángeles tiene más de una cuarta parte de los arrestos nacionales, seguido de Nueva York, Dallas y Filadelfia. Muchas de las detenciones fueron por delitos de bajo nivel, como infracciones por violar el toque de queda y faltas de dispersión. Cientos fueron acusados por robo y cargos de saqueo.

Y BIDEN MANTIENE IMPULSO. El virtual candidato presidencial demócrata, Joe Biden, ahora tiene una ventaja dominante de 14 puntos sobre el presidente Donald Trump, en su intento por llegar a la Casa Blanca el próximo año, según una encuesta de CNN publicada ayer.

El sondeo encontró que 55 por ciento de votantes apoya al exvicepresidente, mientras que 41 por ciento está a favor de la continuidad de Trump. Los hallazgos se producen cuando Estados Unidos lidia con una pandemia que ha causado más de 110 mil muertes y protestas generalizadas en respuesta al asesinato policial de Floyd.

La ventaja de dos dígitos de Biden sobre Trump representa una mejora significativa respecto a una encuesta similar realizada en mayo y que mostró al demócrata con 51 por ciento de apoyo y Trump con 46.

La caída del actual mandatario en la nueva medición coincidió con un desplome en su índice de aprobación: sólo 38 por ciento de encuestados dijo que aprueba la forma en que Trump maneja la presidencia, una disminución de 7 puntos con respecto al mes pasado.

El índice de aprobación del magnate es el más bajo desde enero de 2019. Además, más de seis de cada 10 estadounidenses desaprueban el manejo del magnate de las relaciones raciales. El 65 por ciento también considera que la respuesta del presidente a las protestas tras la muerte de Floyd fue más dañina que útil.