La población mexicana en Estados Unidos representa cerca del 4% (unos 11.6 millones) y además de aportar más del 8 por ciento del PIB ha llevado consigo sus tradiciones y cultura más allá de sus fronteras.
El vecino del norte se ha convertido en un mercado interesante para impulsar la expansión de uno de los modelos de negocio más importantes de México, las franquicias, por lo que el 40 por ciento de las marcas franquiciantes mexicanas pretende expandirse hacia allá.
Para la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF), las marcas mexicanas han decidido dar ese gran paso hacia la internacionalización de sus servicios, sustentadas en un crecimiento sectorial cuatro veces más rápido que el de la economía nacional, con bajo nivel de fracaso, y generando aproximadamente 235 mil 000 empleos, aseguró Ferenz Feher, CEO de la consultora Feher & Feher.
La fortaleza de este modelo de negocio sigue atrayendo el interés de los inversionistas, quienes ven en el apoyo, capacitación y asesoría del franquiciante una manera de emprender un negocio de bajo riesgo. Tal es el caso de un empresario que apostó por la apertura recientemente de una sucursal de El Tizoncito, los creadores del taco al pastor, en McAllen, Texas.
Se estima que 12 por ciento de los inmigrantes dueños de pequeños negocios en el país vecino son mexicanos y que alrededor de 570 mil empresas son propiedad de nuestros compatriotas. El trabajo y gen emprendedor de la comunidad mexicana generan ingresos anuales de 17 mil millones de dólares.
Según informes del Migration Policy Institute, existen tres ciudades en Estados Unidos que pueden considerarse tan mexicanas como las que se encuentran en nuestro territorio: Los Ángeles, Chicago y Texas. En este último, las ciudades de McAllen y Dalas.

