El mercado de bonos de China, el tercero más grande del mundo, que se calcula en más de 100 mil millones de dólares, comienza a ganar simpatizantes en el extranjero, inversionistas potenciales, ya que en 2017 el país asiático sacó más de 55 mil millones de dólares de fondos extranjeros en bonos, de acuerdo con Bloomberg.
El mercado de bonos funciona para equilibrar las presiones sobre los flujos de capital dentro y fuera del país asiático, además de que ayuda a China a reducir su brecha entre el estatus de su economía como el “número 2” y a posicionar eventualmente su moneda en el sistema financiero global.
De acuerdo con el reporte, el flujo de entrada total es una fracción de los 337 mil millones de dólares de compras del extranjero, e incluso de bonos del Tesoro de Estados Unidos. Se prevé que para 2018 los bonos logren un valor de 700 mil millones de yuanes.
El Dato: Los bonos del gobierno del país asiático son el objetivo principal de inversionistas.
Según Deutsche Bank AG, los extranjeros aún poseen menos del 2 por ciento de la deuda interna de China; no obstante, es poco porque esos mismos inversionistas tienen el 11 por ciento de deuda de Japón.
Concretamente, las entradas de recursos vendrán acompañadas de un mayor escrutinio a la calidad crediticia y una creciente transparencia en los registros financieros, lo cual ayudará a largo plazo a China a mejorar la liquidez en los bonos, ya que actualmente están en manos de los bancos, que rara vez lo negocian con otros mercados. No obstante, economistas críticos chinos creen que no hay un poder judicial independiente que formule una legislación adecuada para el manejo de recursos provenientes del extranjero.
