El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que pronto se impondrán aranceles a los automóviles, aunque indicó que no todos los gravámenes con los que había amenazado se impondrían el 2 de abril, mientras que algunos países podrían obtener exenciones.
Esta medida fue interpretada por Wall Street como una muestra de flexibilidad en un asunto que ha agitado los mercados durante semanas; no obstante, Trump abrió otro frente en la guerra comercial global al imponer aranceles secundarios del 25 por ciento a cualquier país que compre petróleo o gas de Venezuela, una decisión que disparó los precios del crudo.
- El Dato: Los países que busquen alguna exención a los gravámenes de Estados Unidos, tendrán que ceñirse a las condiciones comerciales que la potencia imponga.
Bloomberg y el Wall Street Journal informaron previamente que el Gobierno estaba ajustando su enfoque sobre el amplio paquete de gravámenes que el presidente estadounidense ha estado diciendo durante semanas que se impondrían el 2 de abril
En la Casa Blanca, Trump informó a la prensa que no todos los nuevos aranceles se anunciarían el 2 de abril y que podría otorgar exenciones arancelarias a “muchos países”, pero no proporcionó mayores detalles.
Las acciones estadounidenses cerraron el lunes con un alza generalizada debido al optimismo de que los aranceles de la próxima semana podrían no ser tan extensos como se esperaba. El índice S&P 500 subió casi un 1.8 por ciento y cerró en su nivel más alto en más de dos semanas.
Donald Trump afirmó que Estados Unidos impondría aranceles a los automóviles, los productos farmacéuticos y el aluminio en un futuro muy próximo, argumentando que necesitaría todos esos productos en caso de guerras u otros problemas.
Los aranceles a los automóviles podrían entrar en vigor en los próximos días, y añadió que las tarifas a la madera y los chips semiconductores se aplicarían posteriormente.
“Hemos sido estafados por todos los países”, dijo tras una reunión de su gabinete, y predijo que los aranceles sectoriales y recíprocos previstos para el 2 de abril generarían cantidades astronómicas de dinero para las arcas estadounidenses, lo que permitiría que las tasas impositivas se mantuvieran bajas o disminuyeran.
El mandatario de Estados Unidos reiteró que los países pueden evitar los impuestos si reducen sus aranceles o trasladan la producción a Estados Unidos; asimismo, anunció que Hyundai Motor Group, empresa surcoreana, invertiría 21 mil millones de dólares; la inversión incluiría una nueva planta siderúrgica de 5 mil 800 millones de dólares en Luisiana.
Día de la liberación. Trump señaló que el anuncio del 2 de abril será un “Día de la Liberación” para la economía estadounidense. Los aranceles buscan reducir el déficit comercial mundial de bienes de 1.2 billones de dólares, elevando los gravámenes estadounidenses a los niveles de otros países y contrarrestando todas sus barreras comerciales no arancelarias.
El presidente de Estados Unidos dijo, en febrero, que pretendía imponer aranceles automotrices “de alrededor del 25 por ciento” y aranceles similares a las importaciones de semiconductores y productos farmacéuticos, pero posteriormente acordó retrasar algunos gravámenes automotrices después de que los tres mayores fabricantes de automóviles estadounidenses presionaran para obtener una exención.
The Wall Street Journal y Bloomberg informaron que se espera un retraso en la aplicación de los aranceles específicos del sector, pero dos funcionarios del Gobierno informaron a Reuters que la situación aún está en evolución y que los aranceles sectoriales aún podrían imponerse.
La vertiginosa ofensiva arancelaria de Trump desde su investidura en enero se ha caracterizado por amenazas, retrocesos y retrasos, a veces a pocas horas de la fecha límite de imposición, mientras su equipo comercial formula políticas sobre la marcha.
Hasta ahora, ha impuesto nuevos aranceles del 20 por ciento a las importaciones chinas y restableció por completo los gravámenes del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio.