La economía de China mostró signos de desaceleración en abril ante la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense Donald Trump, con ventas minoristas, propiedades e inversiones más débiles de lo que los economistas habían pronosticado.
La producción industrial se desaceleró a medida que los aranceles de Trump, de hasta el 145 por ciento, y los aranceles de represalia del 125 por ciento impuestos por Beijing, entraron en vigor y los envíos se redujeron.
El portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, Fu Linghui, declaró que la tendencia general era positiva, aunque señaló “choques externos” que habían ganado intensidad.
“También debe tenerse en cuenta que todavía hay muchos factores externos inestables e inciertos, y la base para la recuperación económica nacional necesita ser consolidada”, indicó Fu.
El rubro de las ventas minoristas registró un aumento de 5.1 por ciento en abril respecto al año anterior, por debajo de las expectativas de los economistas de un aumento del 6 por ciento.
En cuanto a la manufactura, la producción industrial aumentó un 6.1 por ciento respecto al año anterior, desacelerándose desde el 7.7 por ciento en marzo, ya que los aranceles y otras barreras comerciales afectaron las exportaciones. El gobierno informó que la inversión en activos fijos como fábricas subió un 4% en abril.
