El Banco de México (Banxico) bajó la expectativa de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) a una tasa de 0.1 por ciento con un intervalo de variación de -0.5 por ciento y 0.7 por ciento, y prevé que la actividad económica del país “presente atonía” en los siguientes meses, por la desaceleración que ha tenido desde el segundo semestre de 2024 y por los retos y cambios en la política comercial estadounidense.
“Se prevé que la actividad económica nacional presente atonía en el horizonte de pronóstico”, señaló Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora de Banxico, durante la presentación del primer informe trimestral del año en curso.
El cambio de la previsión a 0.1 por ciento contrastó con el pronóstico anterior que situaba el crecimiento del PIB en 0.6 por ciento; asimismo, para 2026, el banco central espera un incremento de sólo 0.9 por ciento, “lo que representa una revisión a la baja” pues en anteriormente, Banxico la ubicó en 1.8 por ciento, con un intervalo de 0.1 por ciento a 1.7 por ciento.

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- El Dato: las exportaciones manufactureras crecieron por los envíos no automotrices, mientras que los automotrices se debilitaron al cierre del primer trimestre de este año.
La “atonía” de la actividad económica es originada por la desaceleración que se ha presentado desde el segundo semestre de 2024, y por los “significativos retos para la economía global del cambio de política comercial en Estados Unidos”. Rodríguez Ceja destacó que, además de los aranceles, hay un riesgo de que el gobierno estadounidense imponga medidas adicionales.
Sin embargo, “existe incertidumbre respecto de los efectos que estas acciones podrían tener sobre la demanda externa de México”, aunque estiman un “efecto acotado” por la resiliencia que han tenido las exportaciones mexicanas por el trato preferencial del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y porque las empresas que no exportaban a través del tratado, ahora lo hagan.
La previsión para 2025 y 2026 de Banxico ya consideran el efecto que podría tener la debilidad de la economía estadounidense sobre la mexicana.
“Estamos anticipando que la imposición generalizada de aranceles por parte de Estados Unidos debilite la economía de ese país y que esto a su vez implique una menor demanda por nuestras exportaciones. Este canal está contemplado en nuestras previsiones al haber incorporado el periodo reciente en las expectativas de crecimiento para el PIB y producción industrial de dicho país”, indicó.
La gobernadora del Banxico subrayó que las previsiones son de “un periodo de atonía para la actividad económica, pero no una recesión”, y consideró que el balance de riesgos tiene un sesgo a la baja por la incertidumbre de las políticas comerciales de Estados Unidos, que además de afectar la demanda externa también podrían frenar la inversión y el consumo en México.
Por otra parte, estima “que se materialicen episodios de volatilidad en los mercados financieros nacionales o internacionales y que un escalamiento de los conflictos geopolíticos repercuta en el comercio internacional o que la reducción del gasto público resultante de la consolidación fiscal anunciada tenga un mayor efecto sobre la actividad económica”.
Sin embargo, enfatizó que los efectos de la política comercial estadounidense sobre México dependerán de la duración, medidas y “de cómo, en su caso, las cadenas de valor se ajusten a esta situación”.
No obstante, también hay riesgos al alza, especialmente si la incertidumbre comercial se elimina y se llega a acuerdos que impulsen la actividad económica regional, así como a un mayor uso del T-MEC o que se reconfiguren las cadenas de suministro globales y se favorezca la inversión para un mejor desempeño de la economía mexicana en el mediano plazo.
“También señalaría que México cuenta con fundamentos macroeconómicos sólidos que en el pasado han permitido a nuestro país enfrentar situaciones complejas como esta, por lo que me parece que no debemos adelantar consecuencias”, indicó la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja.
Por su parte, Jonathan Heath, subgobernador y miembro de la Junta de Gobierno de Banxico, señaló que a pesar de que se diga que la economía pudiera estar en una recesión técnica, consideró que sólo “está estancada y aparentemente puede seguir estancada por un rato, pero definitivamente no estamos en recesión”.
Mientras tanto, Banxico señaló que con los pronósticos a la baja para el crecimiento del PIB, también las expectativas sobre el empleo se redujeron para el cierre de este año y para el próximo.
Luego de la “persistente debilidad” en la creación de puestos de trabajo, las expectativas para 2025 se ubicaron entre 110 mil y 290 mil plazas formales al cierre del año, mientras que para 2026 la estimación se posicionó entre 270 mil y 470 mil nuevos empleos.
Respecto de la inflación general, dijo que los pronósticos que se dieron en el reciente anuncio de política monetaria siguen vigentes, pero se “presentan ajustes al alza en el corto plazo… se mantiene la previsión de que se sitúe en 3.0 por ciento en el tercer trimestre de 2026”.
Cabe señalar que estos datos compartidos por el Banxico reflejan un enfriamiento de la economía frente al entorno actual a nivel global y la incertidumbre por la guerra comercial de Estados Unidos. La autoridad monetaria explicó que los ajustes responden a una desaceleración mayor a la esperada.

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FGR

